Reposar en el Señor, 1ª parte

Maria
January 20, 2007

Table of Contents

BN 1193 3621 DF/MM/MC FIESTA 2007 DIC. 2006

Carta de María

Querida Familia:

1. A continuación reproducimos algunas perlas preciosas de consejos de nuestro Amante sobre reposar en el Señor, lo que significa, por qué nos hace falta‚ cómo podemos aprender a trabajar mediante el espíritu (¡ingrediente vital!), consejos para reposar, meditar y tener comunión profunda, etc.

2. Estoy convencida de que esta Carta, junto con las Cartas relacionadas y todo lo que el Señor nos ha dado a lo largo de los años sobre el tema, contienen todo lo que les hace falta para emprender una nueva vida, si lo desean. Si la leen‚ la señalan y meditan en ella, las Palabras y el Espíritu del Señor los transformarán.

3. Reduje al mínimo todo comentario. Algunos de estos pasajes se relacionan entre sí de manera evidente, otros se refieren simplemente a diversos aspectos y enfocan desde otro ángulo un concepto espiritual muy eficaz, hermoso e impresionante: lo que significa reposar en el Señor, vivir en el espíritu, ser más como Jesús, y así evitar el estrés, las presiones y las trampas que siempre nos tiende el Enemigo valiéndose de la premura del tiempo.

4. Los quiero mucho y oro que estos consejos y orientación del Señor les sean provechosos. Para Peter y para mí lo han sido. Algunas partes hasta han sido reveladoras. Creo que les resultarán muy útiles también a ustedes si los estudian e incorporan a su vida.

Con el cariño de nuestro Amante,

Mamá

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Reposar plenamente en el Señor es la clave para sobrevivir en estos días intensos

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Reposar del todo en el Señor, según Su propia definición

5. (Jesús:) Esta es Mi definición de reposar plenamente en Mí:

1) Dar lugar a que Yo dirija tu trabajo. No correr delante de Mí ni actuar impulsivamente para resolver problemas o atender a las necesidades según lo que te parece que es mejor. Aguardar a que te dé Mis soluciones verdaderas, Mis respuestas, Mis prioridades.

2) Aprender a trabajar mediante el espíritu. Tomar conciencia de que trabajar así es mucho mejor y más avanzado, y de esa manera hacer de la oración y la alabanza tu primera línea de defensa, tu primera reacción a cualquier problema.

3) Aprender a apoyarte de lleno en Mí, no solo una vez al día, en tus ratos previstos de lectura de la Palabra‚ sino muchas veces a lo largo de la jornada. Con el tiempo nunca volverás a llevar tú el peso, sino que siempre me lo encomendarás a Mí.

4) Aprender a desconectarse totalmente y entrar en profunda comunión e intimidad conmigo, para que pueda revelarte Mis secretos, infundirte fuerzas, renovar tu motivación y amarte con ternura por largo tiempo.

5) Manifestar un espíritu de paz y fe a lo largo del día.

6) Que el tiempo que pasas en el templo sea el más importante del día, algo que nunca te pierdas y de lo que nunca intentes prescindir.

7) Aprender a ver con los ojos del espíritu a fin de juzgar con más precisión las prioridades y tener un sentido más preciso de cuándo intervenir y cuándo encomendarme las cosas. Optar por creer en Mi Palabra y Mi perspectiva de la situación antes que en la realidad o las pruebas a tu alrededor.

8) Someterme tu voluntad. La mayoría se han acostumbrado a llevar la carga por su cuenta y elaborar sus propios planes. Te pido que dejes de hacerlo y permitas que Yo lleve mucho más las riendas.

9) Reposar plenamente en Mí tiene mucho que ver con la plena posesión y es un paso más en esa dirección. Va muy de la mano con ella y te fortalece en ese sentido.

(Mamá leyó esa definición en su charla grabada sobre reposar en el Señor.)

Que dejar a un lado las cargas sea prioritario

6. (Jesús:) Como saben, reposar en Mí no es un principio nuevo. Es un principio de muy larga data, de cuando creé a la humanidad y caminaba en el Edén con Adán y Eva, o de cuando Mi Padre dio ejemplo al descansar el séptimo día‚ o cuando instruyó a los hijos de Israel en los Diez Mandamientos que se acordaran del sábado para santificarlo (Gén.2:2-3; Éxo.20:8). Estos fueron ejemplos y medidas de precaución que se establecieron desde el principio porque Yo sabía —y Mi Padre también— lo importante que es para todos nuestros hijos que aprendan a reposar, a respetar un tiempo obligatorio en el que dejen de lado sus cargas.

7. Por muy liviana que sea una carga, si nunca la sueltan y la llevan por demasiado tiempo, termina por oprimirlos. Esto se da tanto física, como mental, emocional y espiritualmente. Y en el caso de ustedes, amores Míos‚ que libran una guerra espiritual casi constante, una de las únicas formas de obtener un auténtico respiro en la batalla a fin de fortalecerse‚ es no solo descansar física y mentalmente‚ sino recargarse en espíritu acudiendo a Mis brazos, encomendándome sus cargas y sacando fuerzas de Mí.

8. Ahora que el mundo llega a sus últimos tiempos y que la situación se está poniendo más candente que nunca, es esencial que todos Mis hijos hagan de esto una de sus prioridades: que suelten sus cargas, que se aparten con frecuencia de la batalla para sacar nuevas fuerzas de Mí. Tienen que hacerlo en el plano físico y en el espiritual; los dos son casi igual de importantes. Descuidar cualquiera de las dos formas de descanso es buscarse problemas.

9. Sobre todo después de estos años intensos de guerra, es muy importante que todos se den cuenta de lo crucial que es, ya que los hábitos de todos han cambiado. Todos han acelerado su ritmo de trabajo y se han acostumbrado a sacrificar aún más sus necesidades personales. Y si bien es una buena actitud y espíritu‚ tienen que aprender a fijarse límites y darse cuenta de que no se trata de sus necesidades, sino que si no se satisfacen su necesidad de descanso físico y reabastecimiento espiritual, existe la posibilidad de que se abra una enorme brecha por la que pueda colarse el Enemigo. Así que se convierte en una necesidad del Hogar, algo que le hace falta a todo el cuerpo. Cada miembro tiene que tomárselo en serio, proceder con actitud de oración y mantenerse siempre fuerte para no convertirse en un eslabón débil en momentos de estrés y presión.

10. La única forma de que puedan aguantar la presión es ser obedientes, aprender a reposar en Mí. Refúgiense en Mí, aminoren la marcha y dedíquenme el tiempo provechoso que me corresponde como el Dios, Esposo, Amante y Rey del universo que soy.

11. Por eso, amores Míos, les doy esta revelación —no del principio, porque no tiene nada de nuevo—, sino de la mayor necesidad que tienen de él, y de la fuerza que los sostendrá si optan por valerse de él. «El pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará» (Dan.11:32).

Optar por el espíritu en vez de la carne hace posibles los milagros

12. (Jesús:) El concepto de reposar en Mí puede parecer muy similar a otras cosas que les he revelado en otros momentos, como por ejemplo, el arte de la dependencia, la plena posesión o entrar en el templo. La diferencia es que les pido que empleen esta fuerza o don como arma ofensiva, como parte de su arsenal espiritual. Al hacerlo, se disponen a derrotar al Enemigo y su espíritu de ajetreo. Se deciden a superar el síndrome del brazo de carne. Optan por activar la confianza en su propio corazón, en su propia vida y paz y afirmar su fe.

13. Escogen depender de Mí por encima de todo lo que vean o hagan en el plano natural. Optan por apostarlo todo a Mí —el autor y consumador de su fe— y confiar en que soy fuerte y capaz de hacer todo lo que necesiten. En resumidas cuentas, se deciden por obrar celestial en lugar de terrenalmente. Optan por la mentalidad del Cielo en vez de la de la Tierra, por Mi perspectiva en vez de la perspectiva natural humana. Optan por apoyarse mucho en los milagros, en Mí, en Mi poder. Reposan en Mí, confían en Mí, creen en Mí. Y eso en sí libera tanto poder que derrota al Enemigo.

14. Hay muchas maneras de emplear esta arma de reposar en Mí. Pueden optar por reposar más tiempo en Mis brazos cuando se sientan tentados a levantarse y ponerse a trabajar enseguida. Pueden optar por rezar por algo en vez de intervenir ustedes mismos. Pueden optar por escucharme antes de responder. Pueden decidir alabarme por la victoria y resistirse a caer en la preocupación cuando les den una mala noticia. Ahí tienen ejemplos de cómo pueden emplear el don de reposar en Mí como arma con que vencer al Enemigo y triunfar.

15. Pueden decidirse a no dejar que la presión les agobie el espíritu. Pueden resistir la tentación de acelerar cada vez más el ritmo, y encomendarme por el contrario todo y pedirme que los ayude a dar con la velocidad y el ritmo adecuados. Pueden aminorar adrede la marcha, darse más tiempo y luego emplear ese tiempo de más para obrar por el espíritu en vez de por la carne, encomendándomelo todo en vez de tratar de resolverlo por su cuenta.

16. Deseo animarlos, amores Míos, haciéndoles saber que‚ al igual que en toda revelación que les doy y todas las campañas que les pido que pongan en marcha, si se esfuerzan por llevar esto a la práctica, ese esfuerzo se verá multiplicado y bendecido. Aun lo que antes no podían hacer —cambios en su horario personal y hábitos que no lograban superar— podrán hacerlo ahora. En esencia, al optar por reposar en Mí, optan por la obediencia antes que nada; optan por el espíritu antes que la carne, y eso, amados, hace posibles los milagros.

Conéctense a la energía

17. (Jesús:) Cobran fuerzas al detenerse a reposar en Mí. Si bien les exijo que acudan a Mí, que dejen de lado la actividad febril y con frecuencia se desentiendan de todo para reposar un rato en Mí, eso también supone apoyarse plenamente en Mí mientras trabajan, haciendo descansar todo su peso en Mí de modo que sea Yo quien lleve la carga.

18. Reposar en Mí es echar sus cargas y preocupaciones en Mí. No siempre significa detenerse; significa también seguir adelante; la diferencia está en que siguen adelante a la manera de Gedeón y su grupito, con humildad, mansedumbre‚ fe, quietud, confianza y la serenidad que se obtiene reposando en Mí.

19. Reposar en Mí significa descansar en Mis brazos. Y mientras lo hacen, se reabastecen, se llenan de Mi Espíritu, captan Mis señales, se recargan y recobran energías por medio de Mi poder.

20. Reposar en Mí es renovarse constantemente. Es abastecerse del combustible de Mi Espíritu. Supone ponerse en tal posición que Yo sea el viento que infla sus velas. Soy Yo el que los mantiene a flote, y eso es lo que les da confianza. Se sienten amparados por Mí porque en realidad soy Yo quien realiza la obra. Soy Yo quien los lleva. Yo, no ustedes, y Yo no me agoto. Evito que caigan.

21. Reposar en Mí significa que Mi energía corre a través de ustedes en todo momento. Están empapados de Mi energía; es Mi Espíritu el que los lleva. Pueden reposar en espíritu aunque técnicamente estén ocupados y haciendo algo en el plano físico. No se cansan ni agotan, porque Yo soy su fuente de energía.

22. Es como un aparato al que se le han agotado por completo las pilas. Cuando se lo conecta a la corriente eléctrica, circula la energía. El motor obtiene energía eléctrica, sin la cual no funcionaría. Depende de la corriente‚ de las líneas eléctricas y la energía que le suministran. Es parecido a reposar en Mí. Equivale a colocarse en una posición en la que Mi poder corre a través de ustedes. Equivale a reabastecerse de Mí.

23. Este es un tema sumamente amplio‚ y les pido que procedan como quien no entiende cómo funciona la electricidad y sin embargo acciona el interruptor para disfrutar de los muchos beneficios que esta le brinda. Procedan así con el concepto de reposar en Mí. Empléenlo, sírvanse de él, disfruten del poder que proporciona. Así entenderán cada vez mejor las complejas formas en que funciona tan poderoso don y arma. Lo primero es obedecer, no entender.

Están entrando en lo más extremado de la guerra. Supera de lejos los confines de la carne o la mente. La única forma en que saldrán airosos de esta contienda será estar dispuestos a funcionar como conductos de Mi poder, que puede vencer a través de ustedes.

Las situaciones extremas requieren poder extremadamente sobrenatural

24. (Jesús:) Siempre les daré lo que necesiten al encarar nuevas batallas y retos y en la medida en que necesiten fuerzas mucho mayores de lo que es posible reunir física o incluso espiritualmente.

25. Algunos de ustedes ya lo han experimentado. Muchos han sido muy luchadores, unas veces por sus propias fuerzas, otras con las Mías. En los tiempos que se avecinan, tarde o temprano a todos les llegará el momento en que las batallas y tribulaciones que afronten serán muy superiores a lo que puedan sobrellevar por su cuenta, y no van a poder apoyarse en modo alguno en sus propias fuerzas.

26. Algunos ya están llegando a esa etapa. Han sido valientes, han soportado sufrimientos‚ enfermedades y presiones de todo tipo. Han sobrellevado cargas ajenas y se las han arreglado para mantener la cabeza fuera del agua. Pero cada vez están llegando más cerca de los límites de su capacidad y se dan cuenta de que no pueden seguir adelante. Algunos están al borde del colapso. Otros han resbalado por el precipicio y cuelgan del borde agarrándose con uñas y dientes para no caerse.

27. ¿Les parece que las montañas de trabajo que tienen por delante nunca van a desaparecer, y que seguramente tendrán que quedarse en la Tierra durante la Cena de las Bodas para terminarlo, y hasta tal vez cuando llegue el Milenio? ¿Las penas, la desesperación y la exasperación que les causan los demás y se causan ustedes mismos hacen que la vida les parezca inútil? ¿O que todo lo que hicieron jamás podría compensar lo que quedó pendiente?

28. Les he dado una vía para librarse de todo eso. Aunque no se trata de un don o revelación nuevos, al tomarlo y redescubrirlo descubrirán que tiene las soluciones que necesitan. Este don no les fomentará el orgullo y el sentido de la propia importancia. De hecho, ni siquiera puede emplearse en combinación con esos elementos propios del yo, porque no hacen más que debilitarlo.

29. Para que esta revelación les calce tendrán que hacer algunos cambios. No está hecha a la medida de ustedes. No se amoldará a ustedes. Serán ustedes los que tengan que amoldarse a ella, y es posible. Si lo hacen, tiene tanto poder que les permitirá sostenerse hasta que Yo venga.

30. Será un compañero constante y parte de ustedes. No solo les ayudará a sostenerse sino incluso a sonreír hasta el final mismo. Hará que vayan de poder en poder‚ no por sus propias fuerzas‚ sino con la Mías, que son ilimitadas. Es el don de reposar plenamente en Mí.

31. Reposar en Mí es posicionarse por entero dentro de Mi Espíritu. Es una mentalidad. Algo se vuelve automático. Es continuo, no se hace una vez al día por una hora. No es algo que se haga aparte del resto de las actividades del día. Se vuelve parte de todo lo que se hace. Se convierte en su método habitual.

32. Más adelante, cuando se vean en una situación imposible, no podrán decir: «Esto es demasiado. Un momento. Voy a entrar un ratito en el templo para fortalecerme y vuelvo a pegarle al Diablo un buen cachetazo.» Reposar en Mí debe volverse hasta tal punto parte de su naturaleza que Yo esté presente en todo momento, pensando y actuando por medio de ustedes.

33. Sé que es mucho pedir. Tienen voluntad propia y les parecerá que ya me han dedicado suficiente tiempo y energías y me han encomendado sus planes en suficiente medida. En ese caso, este don no será parte de su arsenal espiritual. En cambio, para los que consideran insuficientes sus propias fuerzas y han tomado conciencia de que su propia capacidad y talentos no los sostendrán, tengo la solución.

34. Las fuerzas las encontrarán deteniéndose a reposar en Mí. Y la fe y la paz que les permitirán convertirse en lo que los he llamado a ser se obtienen reposando plenamente en Mí, al punto de renunciar a la voluntad propia y encomendarme el corazón sin reservas a fin de que piense y actúe por intermedio de ustedes.

35. Empleen este don de reposar por entero en Mí. No esperen hasta que se estén hundiendo o estén agobiadísimos para empezar a hacerlo. Comiencen ya. Al abrir los ojos en la mañana, entréguense por entero a Mí y encomiéndenme su mente y su corazón. Pídanme que les ayude a reposar plenamente en Mí a lo largo de la jornada.

36. Luego manténganlo en el centro de sus pensamientos a lo largo del día. Cuando la presión empiece a agobiarlos, deténganlo todo enseguida y desháganse de ella recordándose que la carga no les corresponde llevarla a ustedes, sino que ahora la llevo Yo. Y entonces‚ mientras caminamos juntos, limítense a hacer lo que hago Yo a cada paso, y confíenme todo lo demás.

37. Cuando les doy un mensaje que les indique que deben trabajar con más ahínco, la mayoría de ustedes, luchadores Míos, confían en que los sostendré y se ponen manos a la obra. En cambio, cuando les digo que reposen en Mí y confíen en que me haré cargo de lo que solo Yo sé que se debe hacer, se atragantan y tropiezan, pensando que a menos que ustedes desempeñen un papel bien activo en el asunto y le pongan mucho empeño jamás podría tratarse de Mi voluntad.

38. Algunos se han vuelto tan adictos al estrés que les parece que si no siguen a toda marcha van a colapsar. Pues no les quepa duda de que en efecto colapsarán si no aprenden ahora mismo a reposar en Mí. NO SON USTEDES MISMOS LOS QUE TIENEN QUE HACERLO.

39. Algunos no harán uso de esta arma, y al final les pesará. Algún día se presentarán ante Mí y verán que la mayor parte de su vida se malgastó en esfuerzo propio, lo cual en muchos casos se tradujo en perseguir lo bueno para perderse lo mejor.

40. No pueden basarse en su propia prudencia para saber qué es lo mejor o lo más importante que deben hacer en un momento dado. Ni siquiera pueden suponer que sea lo mejor basándose en lo que están haciendo. Pueden hacer todo lo que tienen en su lista de cosas pendientes y aun así omitir lo más importante.

41. Amores Míos, si se sienten estresados, si la presión les emite señales de advertencia por medio de la irritabilidad, la desesperación o la exasperación, o si el agotamiento que sienten es agotamiento espiritual, es porque no están reposando en Mí.

42. Es distinto sentirse muy cansado al final de la jornada, pero si ese cansancio trae aparejadas ansiedad, irritación, pesimismo o una sensación de opresión que opaca el gozo de Mi Espíritu, y no tienen la paz y alegría interiores de saber que cumplen Mi voluntad, es que no están empleando este don. Aunque cumplan con los ratos que me dedican a Mí, no reposan del todo en Mí. Aunque estén realizando una gran obra, se derrumbará y desbaratará si no soy Yo el cemento que mantiene unidos los bloques que la componen. La arena de sus propias obras será ineficaz.

43. Vengan a Mí, no con reservas ni con ideas preconcebidas sobre lo que vaya a decirles, sino simplemente pónganse en Mis manos y pídanme que les indique Mis prioridades‚ que les dé paz, que les conceda fuerzas para llevar a cabo lo que quiero que hagan, no lo que ustedes desean hacer y para lo que consideran que necesitan más fuerzas‚ sino para lo que Yo quiero que hagan. Entiendan que su vida está ahora amalgamada con la Mía, de tal modo que todo lo que Yo quiera sea lo que ustedes quieran.

44. Les parecerá extremista, y lo es. Las épocas de situaciones extremas exigen un poder sumadamente sobrenatural, y ese poder está al alcance de personas extremistas y dispuestas a llegar a cualquier extremo para ser Mis vencedores del Tiempo del Fin. Están entrando en una etapa más encarnizada de la guerra. Trasciende los confines de la carne y la mente. Por lo tanto, la única manera de salir airoso de ella es estar dispuestos a convertirse en conductos de Mi poder, que puede ganarla por intermedio de ustedes.

45. Recibir profecías, ser conductos y dejar que Mis palabras se viertan sin trabas a través de ustedes es preparación para cosas aún mayores en la medida que den lugar a que haga más que decir palabras. Permítanme mostrarles cuánto puedo lograr Yo. No se arrepentirán.

46. (Jesús:) No es que no deban sentirse responsables de hacer su parte. Sin embargo, tienen que mantener una perspectiva apropiada de cuál es la parte de ustedes y cuál la Mía. Cuando la carga se vuelve demasiado pesada, automáticamente pueden tener la certeza de que su parte se ha vuelto demasiado grande y la Mía demasiado pequeña. Llevan una parte excesiva de ella en sus pequeñas manos cuando las Mías, que son mucho más grandes, esperan a llevar la carga por ustedes.

Cédanme totalmente las riendas

47. (Jesús:) El concepto de reposar plenamente en Mí solo puede convertirse en parte de ustedes cuando dejen de empeñarse en lograr por sus propias fuerzas lo que les parece bien a ustedes. Exige soltar el extremo de la cuerda y caer enteramente en Mis brazos. ¿Saben por qué tantos de Mis grandes profetas, combatientes y obradores de milagros a lo largo de la historia estaban ya entrados en edad cuando comenzaron a llevar a cabo sus labores más grandiosas para Mí? En parte se debió a la formación, la sabiduría y demás características que les llevó muchos años adquirir. Pero no fue lo principal. Puedo valerme en gran medida de ustedes aunque no tengan un gran cúmulo de experiencia y sabiduría natural y demás. Así hice, por ejemplo, con Jeremías.

48. Si tantos de Mis grandes hombres y mujeres del pasado estaban ya entrados en años antes de que su ministerio realmente tomara vuelo era más que nada porque hicieron falta todos esos años para quebrantarlos y desmenuzarlos hasta tal punto que finalmente se dieran por imposibles y se abandonaran por completo a Mí. Ya no querían hacer su propia voluntad ni obrar a su antojo. Habían pasado por la escuela de los golpes y llegado a un punto en que no les importaban sus propias fuerzas, aptitudes, imagen, importancia, planes y programas. Simplemente querían ser unos don nadies en Mí y que Yo lo fuera todo en ellos.

49. Captaron el principio de que, por muy sinceros que fueran, no saldrían adelante por su cuenta. No podían prescindir de Mi ayuda; ni siquiera podían salir adelante dejándome hacer la mayor parte a Mí; llegaron al punto en que estaban absolutamente convencidos de que la única solución era encomendármelo todo y cederme totalmente las riendas.

Del mundo dueño antes me creía,

y que era mío todo cuanto había.

Doquiera andaba bajo el sol.

En aquel tiempo todo era «yo».

Pasaron años, y en mi camino

vislumbré un destello divino.

Ya no bastaba conmigo:

éramos «yo, y Cristo‚ mi amigo».

Cuanto más fijaba en Él la mirada,

mayor era Su gloria y la mía nada.

Él se hacía grandioso; yo disminuía.

Sólo «Cristo y yo» decir podía.

Con los años Su imagen quedó en mi mente

mirándome a los ojos constantemente.

De mi antigua arrogancia ahora desisto;

todo lo que puedo decir es: «Sólo Cristo».

Cruzar la quebrada

50. (Jesús:) Nunca dije que fuera fácil. Sí afirmo que es posible para cada una de ustedes, esposas Mías, llegar al objetivo de aprender a dejarme obrar por medio de ustedes y aprender a reposar en Mí en forma constante.

51. Ahora mismo‚ muchas de Mis esposas se dicen a sí mismas: «¡No sé si podré dar más de lo que ya he dado!» ¡No me queda nada! Ya di hasta el último segundo libre que me quedaba. Ya me excedí de todos los niveles de energía que tenía. ¡No me queda cuerda de la que aferrarme! ¡Ya la empleé toda!»

52. ¡Y tienen toda la razón! En efecto, consumieron todas sus fuerzas, todas sus energías, todo el tiempo de que disponían. Ya no les queda más de ustedes mismos que verter. ¡Fantástico! ¡Eso es ni más ni menos lo que esperaba! Ese es el comienzo de algo mucho mayor que todo lo que han logrado en su servicio a Mí hasta ahora. Me encanta el amor sincero que me tienen. Me gusta la manera en que lo han sacrificado todo para cumplir Mi voluntad. Llevo tiempo esperando el momento en que —al igual que la viuda— lo hubieran dado todo, hasta todo lo que han vivido.

53. Algunos necesitarán tiempo y perseverancia para habituarse a esta nueva forma de pensar y obrar. Pero no pido más de lo que nadie pueda sobrellevar. La mayoría de ustedes ya han dado grandes pasos en cuanto a aprender a poner Mi voluntad por encima de la suya, al menos en bastantes aspectos de su vida. Muchos han pasado por aguas profundas y descubierto que la única forma de mantenerse a flote y llegar a su destino era echar las cargas sobre Mí.

54. Contrariamente a lo que piensan, no hablamos de una campaña más que requiere un gran esfuerzo. No se trata de más tiempo ni de tratar de añadir una cosa más a la multitud de cosas que tienen que acordarse de hacer mecánicamente. Se trata de aprovechar mejor el tiempo que ya han apartado para Mí para tener una relación más estrecha conmigo y reposar. Significa optar por incluirme más en todo lo que hacen a lo largo del día y llevar consigo Mi espíritu de paz y reposo en vez de el de presión y estrés del Enemigo.

55. Es algo que tiene que arraigar en la conciencia. Si todos los días tuvieran que sortear una quebrada profunda para realizar su labor, y descubrieran que la única forma práctica y viable de hacerlo es pasar por un pequeño puente, ¿acaso tendrían que hacer un gran esfuerzo y luchar por acordarse de usar el puente en vez de llegar hasta el borde de la quebrada, bajar trabajosamente la ladera, cruzar por el fondo y subir por el otro lado?

56. Han estudiado la situación. Entienden que las otras alternativas toman más tiempo y pueden ser peligrosas. Aceptan la realidad que tienen delante. Saben que tienen que cruzar el puente para llegar bien y a salvo al otro lado, así que todos sus planes giran en torno a ese punto cada vez que tienen que cruzar la quebrada. Los senderos que conducen al puente ya están demarcados; su trabajo se centra en que es la única forma factible de cruzar.

57. Tienen ante ustedes la profunda quebrada de sus limitaciones personales, y aunque les cueste cederme su voluntad‚ la solución no exige mucho tiempo ni un esfuerzo supremo, sino una simple aceptación de la realidad. Es preciso tener la suficiente sensatez para saber y aceptar que tengo razón y simplemente tomar la decisión de modificar sus métodos anteriores que los llevaban a otros puntos de la quebrada o a otra forma de actuar. Saben que es imperativo que así sea, así que háganlo sin más. Es importante que crean que lo que digo es cierto. Tienen que convencerse de que Mi forma de obrar es la mejor y tomar las medidas necesarias para que este nuevo aspecto esencial de su vida sea prioritario. Y luego, háganlo.

Déjenme hacerlo todo

58. (Jesús:) Muchos de ustedes han aprendido a compartir la carga conmigo; algunos hasta aprendieron a dejarme llevar la parte más grande. Lo que les pido para que se conviertan en los portavoces más grandes que este mundo haya oído y en la época más tenebrosa que el mundo haya enfrentado es que me dejen hacerlo todo. En aquellos tiempos, hasta llevar apenas una porción de la carga estará tan fuera de su alcance que no lo lograrán de ninguna otra forma.

59. No es fácil para el espíritu humano someterse hasta ese extremo. La naturaleza misma del pecado se resiste a ello; el orgullo de Satanás tiene por objeto impedirles que se sometan; y la mente carnal tiene miedo de soltar lo que puede ver y palpar, porque no lo entiende.

60. Tiene un precio, y ese precio es ustedes mismos. No se trata de emplear más esfuerzo, tiempo ni trabajo. No es una nueva carga que llevar, ni más tiempo que dedicar ni más esfuerzo que exigir a un cuerpo y una mente ya agobiados y muy exigidos por el combate. Este don devuelve cien veces más por cada esfuerzo que invierten. Los reabastece; les da una paz renovada de saber que pueden dármelo. Comiencen a usarlo ya, sea cual sea el nivel en que estén.

61. Si apenas están empezando a poner cosas a Mis pies de forma vacilante, esperando a ver si advierto siquiera que están allí y listos para intervenir de golpe y volver a echarles mano para encargarse de que se hagan, resuelvan que una vez que hayan puesto algo a Mi pies no se quedarán esperando a ver qué hago con ello. Confíenmelo, dense la vuelta y concéntrense en lo próximo que les indique que hagan.

62. Pueden dirigirme oraciones recordatorias. Es más, me gusta saber que cuentan con que me haga cargo de la situación. Pero no vuelvan corriendo a colocármela más cerca por si acaso no la vi, ni intenten echar mano de ella y colocarla en Mi regazo.

63. Si ya aprendieron a encomendarme lo que saben que no pueden hacer y las situaciones que no pueden resolver, empiecen a poner en Mis manos las que consideren que sí pueden manejar. Comiencen a poner sobre Mis hombros tanto como puedan. Cuando les pido que den un paso de fe en algún aspecto o que hagan algo para quitar una piedra‚ se lo diré. Pero la idea es encomendármelo todo a fin de reposar plenamente en Mí. Cuando lo hacen, la plenitud de Mi poder obra por intermedio de ustedes. Se convierte en una conexión EED, un Enlace Espiritual Dedicado que está abierto en todo momento, y el Enemigo no puede desbaratarlo ni interrumpirlo con interferencias ni virus.

Plena posesión

64. (Jesús:) Cuando los poseo por entero, soy totalmente dueño de la situación. Reposar en Mí es ponerse en Mis manos; es someterse a Mí para que pueda poseerlos por completo. Como pasa con tantos principios del mundo espiritual, estos dos conceptos se superponen. Están combinados. Obran conjuntamente.

*

65. En última instancia, el objetivo de reposar del todo en Mí es que Yo pueda pensar y actuar por intermedio de ustedes. Conduce a la plena posesión.

Entren en Mi presencia

66. (Jesús:) A todos los que están trabajados y cargados los haré descansar, pero deben acudir a Mí. Recuérdense a ustedes mismos que tienen que reposar en Mí, reconocerme, y luego venir a entrar en Mi reposo. Así encontrarán la serenidad, la paz‚ la paciencia, el amor y el reposo en Mí que les hace falta.

*

67. Les revelo esto para ayudarlos, aliviarles la carga y enseñarles a dejarme actuar por intermedio de ustedes. Ahora mismo una de las principales batallas que afrontan muchos en la Familia es la carga de trabajo. Por eso elegí este momento para revelarles las fuerzas que pueden cobrar por medio de este don‚ a fin de motivarlos a entrar en Mi presencia y dejarme llevar a cabo la labor por medio de ustedes.

Este don, esta arma obrará y les será de gran utilidad

68. (Jesús:) Deseo que Mis esposas sepan que al enseñarles a reposar plenamente en Mí lo que les concedo es más que un arma espiritual; es un don que tiene por objeto infundirles fuerzas y ánimo. A la vez, es más que un don; es un arma para blandir contra los ataques del Enemigo, que intentará usurpar Mi poder y agobiar a Mis esposas de trabajo instándolas a trocar lo mejor por lo apenas bueno.

69. A medida que se vayan ejercitando en reposar en Mí, echar sus cargas sobre Mí y de dejar que sea Yo quien lleve en mayor medida la carga, descubrirán que ese don y esa arma les es de gran utilidad. Les ayudará a aprovechar la plenitud de Mi poder; les dará descanso; dará serenidad a su espíritu; les aminorará la marcha y encontrarán fuerzas en Mí.

Beneficios de aminorar la marcha y reposar en Mí

70. (Jesús:) Su espíritu necesita tiempo para distenderse y apacentarse, para sanarse de las heridas del combate‚ no solo un día a la semana en que descansen. Tienen que aprender a mantener su espíritu saludable y en calma a lo largo de toda la semana. Y eso se logra aminorando la marcha, tomando ratos de quietud y reflexión.

71. Reposar en Mí tiene que volverse parte de su vida, algo que no se haga solamente una vez a la semana ni durante la Fiesta; ni siquiera tan solo en sus ratos diarios de lectura de la Palabra, tienen que incorporarlo a la vida que viven cada día a Mi servicio. A medida que aprendan a aminorar la marcha y reposar más en Mí, cosecharán los beneficios, tanto física como espiritualmente.

72. Beneficios como los siguientes:

1) Más paz interior.

2) Menos achaques.

3) Más energías físicas y espirituales.

4) Menos estrés, con lo que gozarán de mejor salud.

5) Estar sometidos a menos estrés se traduce en más felicidad; y también quienes los rodean serán más felices y les resultará más fácil convivir con ustedes.

6) Les costará menos ver las cualidades positivas y puntos fuertes de los demás. Se volverá más fácil y productivo trabajar juntos.

7) Tendrán más paciencia.

8) Tendrán más amor por las personas con quienes viven.

9) A la hora en familia tendrán más energías para dedicar a sus hijos.

10) Despertarán en la mañana con entusiasmo al no llevar las cargas del mundo entero.

11) Tendrán más entusiasmo por su trabajo, por la testificación y por la atención a los miembros activos.

12) Tendrán más fe para confiar en que me encargaré de los problemas que surjan.

13) Dejarán de preocuparse.

14) Tendrán dulces sueños porque su espíritu estará habituado a pasar tiempo conmigo.

15) Tendrán más fe para hacer lo que no les agrade.

16) Tendrán más fe en que responderé sus oraciones.

17) Al no afectarlos el estrés, se sentirán mejor de salud. No tendrán que ir tan seguido al médico ni tomar tantos medicamentos.

18) Se sentirán más relajados y distendidos, y a causa de ello, toda su familia también. Todos lo pasarán mejor por ser la vida más placentera.

73. Habrá:

1) Menos fricción y choques de personalidad, ya que todos reposarán más en Mí y confiarán menos en sus propias fuerzas.

2) Una medida mayor de amor fraternal, de camaradería, porque al estar menos acelerados, todos estarán más dispuestos a llevar la carga y ayudarse unos a otros.

3) Tiempo para disfrutar de la jornada‚ de la compañía mutua y de los niños.

4) Más oportunidad de disfrutar de los placeres sencillos de la vida. No necesitarán una gran fiesta o unas largas vacaciones para que su espíritu se anime, porque estarán más habituados a tomarse minivacaciones conmigo todos los días. (Con eso no quiero decir que no hagan falta fiestas ni vacaciones. Los momentos de entretenimiento y las temporadas de descanso son muy necesarios para una vida saludable. Pero deseo que reposar en Mí sea más un principio de cada día, no algo que tenga su momento. Cuando aprendan eso, cuando logren que reposar en Mí sea parte de su vida diaria y su servicio a Mí, tendrán alegría de sobra. Aunque de todos modos aprecien las vacaciones y los momentos de esparcimiento, también contarán todos los días con lo que necesiten. Esa es la meta.)

74. Su espíritu:

1) Estará más sano y fuerte y con más bríos.

2) Aprenderá más rápido, al estar distendido y abierto.

3) Será más receptivo a los espíritus ministradores; estos podrán comunicarse más fácilmente con ustedes porque pensarán más en las cosas del espíritu.

4) Me reflejará más a Mí ante quienes los rodean.

5) Atraerá naturalmente a los demás a Mí, pues percibirán más de Mi amor en ustedes.

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Aprendan a trabajar mediante el Espíritu

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75. (Mamá:) Una parte importante de reposar en el Señor supone hacer su parte mediante el espíritu, de manera que tengan confianza para dejar en manos de Él lo que solo Él puede hacer, en vez de sobrecargarse ustedes. Además, cuanto más aprendan a trabajar mediante el espíritu —empleando sus armas espirituales‚ encomendándolo todo al Señor‚ apoyándose en Sus fuerzas y amoldándose a Sus prioridades— más distendidos estarán y más confianza tendrán en Él‚ porque verán que da resultado, que en efecto Él se hace cargo de lo que está fuera del alcance de ustedes‚ y que si se lo encomiendan todo y dejan que Él lo resuelva‚ los resultados son aún mejores que cuando intentan ayudar en la carne. Naturalmente, el Señor nos exige que hagamos nuestra parte. Pero la clave está en saber cuál es nuestra parte y cuál la Suya, y para eso tenemos que preguntárselo en vez de darlo por supuesto.

Hacer lo difícil

76. (Jesús:) Si aprendieran a apoyarse enteramente en Mí, nada les parecería tan difícil. No es que nunca les tocaría hacer algo difícil y nunca supondría una prueba hacer ciertas cosas, pero no se les haría una montaña‚ al punto de que piensen que se van a derrumbar. No es que nunca tendrían que arremangarse y ponerse a trabajar con ahínco; sin embargo, ese trabajo contaría con Mi bendición y ungimiento, con lo que no se sentirían tan estresados haciéndolo.

77. Si realmente aprenden a apoyarse en Mis fuerzas y dejarme sobrellevar las cargas de su labor, o de su situación en cuanto a vivienda, o de la testificación, de sus hijos o su economía —cualquiera que sea la causa de su estrés—, por supuesto que les aliviaré la presión. De todos modos, tendrán que hacer todo eso. Igual tendrán que educar a sus hijos, mejorar su relación matrimonial, conducirse con humildad con sus compañeros de trabajo, recaudar fondos, mudarse y cosas así. Pero cuando aprenden a acudir a Mí en busca de fuerzas para hacer frente a todo eso, el trabajo y las pruebas derivadas de él se hacen más llevaderos.

78. En ningún momento dije que sería fácil, pero sí que sería factible y sin estrés ni presión, que es lo que en realidad dificulta tanto la vida. Si pudieran hacer su trabajo o realizar una labor importante sin estar tensos, preocupados ni estresados‚ se sentirían muchísimo mejor. De todas maneras, tendrían que trabajar en la medida en que se lo pidiera y tendrían grandes piedras que retirar, pero contarían con las fuerzas para ello y se sentirían con ánimo para ello. Así se harían auténticos progresos.

79. Cuando les encomiendo que hagan algo que saben que les va a costar mucho‚ tienen que confiar en que también les daré las fuerzas y el ungimiento para ello. Y solo obtendrán esas fuerzas y ese ungimiento pasando tiempo a solas conmigo, buscando Mi rostro. La válvula de escape se abre al acudir a Mí. Eso sí, si no acceden a Mi presencia para pasar un buen rato en quietud, aunque tengan plazos apretados e intensas campañas, se sobrecargan y se estresan, y entonces es cuando les parece que no es justo.

80. Yo sé que no es fácil cultivar la disciplina de serenarse, calmar el espíritu y ponerlo bajo sujeción del Mío para absorber Mis fuerzas y Mi paz, sobre todo en medio de una tarea importante. Pero eso será lo que tengan que hacer para sobrellevar la presión del trabajo sin que les afecte.

81. Tienen que cultivar el hábito de apoyarse en Mí para obtener fuerzas. Si no lo consiguen, irán de una obra intensa a otra y de ahí a algún otro trastorno, y siempre estarán estresados por algo. A pesar de Mis promesas y de Mi capacidad para ayudarlos, nada les parecerá factible ni fácil porque no se apoyan en Mí. Siempre se les hará muy difícil, les parecerá que no es justo y que no pueden sobrellevarlo. Siempre estarán haciendo algo y yendo a algún sitio, pero sin la paz y serenidad de espíritu que se obtienen al reposar en Mí. Si no aprenden a apoyarse enteramente en Mí, siempre les parecerá que no están haciendo suficientes progresos y su lista de tareas pendientes siempre se les hará interminable.

82. No les voy a retirar el trabajo ni a reducir mucho la lista de tareas pendientes‚ ni les diré que nunca más tendrán que mudarse de casa ni volver a tener bebés, ni que nunca se volverán a enfermar ni tendrán que volver a afrontar una crisis, ni tendrán que aprender a llevarse bien con nuevos compañeros de trabajo cuando los antiguos se hayan marchado. Aún tendrán que hacer todo eso y mucho más. Pero les prometo que si cultivan el hábito de reposar verdaderamente en Mí —y eso significa pasar ratos de quietud conmigo todos los días para empaparse de Mi Espíritu y luego trabajar mediante el espíritu en vez de volver a echarse al hombro todas las cargas—, podrán hacer todo eso con un espíritu más tranquilo‚ de más serenidad, y así serán más felices.

83. Confíen en que cuando les pido que hagan algo que les cuesta les proporciono todo lo que necesitan para llevar a cabo la tarea. Les concedo la fe, la capacidad de aprender, el ungimiento para avanzar, la paz para confiar en Mí, los espíritus ministradores, el poder de las llaves‚ la motivación y el buen criterio. Todo eso puede ser suyo sin el espíritu debilitante del estrés y la presión. Pero tienen que acudir a Mí para obtenerlo. No digo que nunca vayan a sentir ni pizca de presión, porque a veces la naturaleza de algunas tareas entraña cierta medida de presión, al haber que cumplir plazos, por ejemplo. De todos modos, les daré sin duda la gracia y la fe para llevarlo a cabo, y la serenidad que se deriva de someterse a Mi voluntad y emplear Mis métodos.

84. Es importante que nos pongan a prueba a Mí, a las llaves y a sus espíritus ministradores. La próxima vez que se las vean con una tarea muy difícil‚ póngannos a prueba a Mí, a sus espíritus ministradores y a las llaves. En vez de lanzarse a hacerlo por sus propias fuerzas, tómense el tiempo para hacer algunas de las cosas provechosas que les recomendé en Cartas como ¿Qué vale Jesús para ti?, Formación de equipos ganadores, 4ª parte y Ratos de lectura provechosa de la Palabra, 3ª parte. Peguen una promesa de las llaves en el espejo del baño e invóquenla cada vez que la vean. Enumeren algunos espíritus ministradores que les ayuden a llevar a cabo esa tarea, y háblenles. Reprendan a los obstaculizadores que probablemente les oponen resistencia.

85. Antes de levantarse de la cama y ponerse a leer el correo o meterse de lleno en el Hogar o en el trabajo que tengan entre manos, diríjanme unas palabras y díganme que me necesitan. Pídanme ayuda y ungimiento para el día. No den un solo paso para encarar la jornada sin haberme escuchado en profecía. Aunque sea una profecía breve, es importante, y necesitan que les dé una infusión de ánimo e instrucciones. Tómense un respiro en algún momento de la jornada para escuchar unas canciones que les infundan fe. Tómense unos momentos para dirigirme palabras de cariño, para alabarme.

86. Apóyense en el espíritu. Estudien maneras de que la jornada esté más empapada de Mi Espíritu. Aunque tengan que trabajar y realizar ciertas tareas‚ lo más importante es que encuentren la forma de que su trabajo esté más empapado de Mi Espíritu. Apoyarse en Mí es repasar su promesa de las llaves e invocarla para su trabajo. Apoyarse en Mí es encomendarme algo en oración y pedirme ayuda. Pedirme que les hable en profecía y les indique sus prioridades es apoyarse en el espíritu en vez de en su mente carnal. Al pedir ayuda a sus espíritus ministradores, invocan más poder del espíritu y se apoyan en el espíritu.

87. Tienen que invocar Mi poder y apoyarse de todas las maneras posibles, y verán la diferencia que hace en cuanto a fe y serenidad. Aún tendrán que llevar a cabo tareas difíciles, porque algunas de las misiones que les encomendaré no necesariamente se volverán más fáciles, pero les aseguro que tendrán más fe y más fuerzas y menos estrés y presión si lo envuelven todo más en Mi Espíritu y aprenden a dejarme llevar las cargas más pesadas.

88. (Jesús:) Cuando les pido que estudien formas de darme más lugar a lo largo de la jornada, muchos se quejan pensando que apenas si tienen tiempo suficiente ahora, y que no es realista pedirles que se tomen más. Sin embargo‚ darme más cabida en sus acciones y pensamientos y exhibir más de Mi Espíritu no siempre exige más tiempo. Lo que sí exige es dedicar un tiempo ininterrumpido conmigo cada día, y a veces, antes de salir corriendo hacia el trabajo se hace necesario prolongar ese tiempo y esperar un rato más en Mis brazos para que Mi Espíritu los llene y obre Yo por ustedes. Esos ratos son muy provechosos.

89. En muchos casos, eso no significa que tengan que añadir más minutos de trabajo a su jornada; solo tienen que aprender a conectarse más conmigo mientras realizan sus tareas. Por ejemplo, cuando salgan a hacer algo que no requiera concentración total, pueden dirigirme su atención y pasar un momento de intimidad conmigo, digamos mientras se cepillan los dientes o ponen a dormir a uno de los niños o reabastecen su bolso de testificación o están sentados en el inodoro; también incluirme en la conversación a la hora de comer, y pensar en cosas positivas y edificantes; o dirigirme unas palabras de cariño al acostarse a dormir la siesta.

90. Cuanto más deseen trabajar conmigo, darme lugar y que Mi Espíritu se manifieste en todo lo que hacen, más se darán cuenta de que esos pequeños ratos son ideales para establecer contacto conmigo, y de que les brindan la oportunidad para incluirme en lo que hacen. Y cuanto más vean y sientan los frutos, más dispuestos estarán a hacer una pausa para reconocerme aunque no se haya presentado una oportunidad natural de hacerlo, sabiendo que les compenso ese tiempo con creces.

Si queremos realizar la labor que el Señor nos tiene deparada, tenemos que emplear los medios de los que nos ha provisto para llevarla a cabo

91. (Jesús:) Un aspecto que a casi todos les vendría bien entender mejor es lo que significa trabajar mediante el espíritu en contraposición a hacerlo en la carne.

92. La oración es una parte importante de trabajar mediante el espíritu. Es preciso aprender y estar dispuesto a labrar la tierra con el espíritu por medio de sus oraciones antes de entrar a sembrar. O, para ampliar el ejemplo‚ emplear un tractor en espíritu en vez de entrar corriendo con un azadón pensando que no hay tiempo que perder. En cada aspecto de la obra que tienen entre manos, podrían lograr mucho más con las armas espirituales que les he facilitado.

93. Sin embargo, es muy difícil, porque trabajar mediante el espíritu no suele brindar resultados inmediatos en el plano físico. Puede parecerles que no están logrando gran cosa‚ o al menos no tanto como cuando trabajan físicamente. Pero es una falsa impresión. Y cuando no trabajan mediante el espíritu, no tienen tan claras las prioridades como deberían, y terminan por errar el blanco y viéndose obligados a rehacer‚ planificar otra vez, reorganizar o intentar otra cosa. Y a la larga, todo eso lleva más tiempo.

94. Además, se exponen a agotarse‚ porque siempre hay mucho que hacer en el plano físico; es constante. Las exigencias son intensas. Si trabajan mediante el espíritu, se ejercitan bien sus músculos espirituales y me encomiendan las tareas que no pueden hacer‚ de manera que las haga alguien —o Yo, o Mis ayudantes, o que se resuelvan gracias a Mi organización sobrenatural— y no queden pendientes. En cambio, cuando intentan hacer demasiado ustedes mismos sin la ayuda del espíritu, están constantemente presionados por la necesidad de desempeñarse bien, terminarlo todo, resolver las situaciones, y eso da lugar a un ciclo en el que se les desequilibra la vida. Se cargan en exceso y se arriesgan a olvidar cosas importantes y a la larga terminar agotados, porque la carga que llevan es mayor de la que dispuse.

95. Parte de la carga que llevan cuando trabajan más que nada en el plano físico es innecesaria y un peso muerto. Lamento tener que expresarlo así. A nadie le gusta que le digan que podría haber dejado de hacer lo que hace y el mundo habría seguido adelante. Pero es verdad.

96. Para que la Familia avance hacia la era de milagros y produzca más fruto que nunca, para que ustedes se conviertan en Mi modelo de iglesia para el Tiempo del Fin y en los líderes de los Postreros Días, en algún momento tendrán que aprender lo que significa trabajar mediante el espíritu. Y para empezar a desempeñarse de otra manera, al principio habrá un pequeño bajón en la productividad, o al menos puede parecerles eso. Pero aunque les parezca que están cumpliendo menos metas, si trabajan mediante el espíritu, harán las cosas bien y de la forma más óptima y eficiente posible.

97. La eficacia y la eficiencia no son solamente métodos del plano físico. Hay toda una dimensión —la espiritual— a la que la mayoría de ustedes prácticamente no ha accedido porque todavía no se sienten cómodos trabajando en ella. Todavía no han cambiado enteramente de modalidad. Lo han estado intentando poco a poco, pero así no llegarán a tiempo. Tienen que detenerse, reevaluar la forma en que se han estado desempeñando y cambiar. Eso significa dejar algunas cosas sin hacer, pues aunque el trabajo espiritual se lleva a cabo en la dimensión espiritual, de todos modos lleva tiempo, y eso significa que tiene que ocupar el lugar del trabajo físico.

98. Hace falta tiempo para escuchar lo que les quiero decir de un asunto complejo‚ pero sin duda ahorra más tiempo que tratar de resolverlo y hacerlo todo ustedes mismos. Hace falta tiempo para interceder en oración por las necesidades ajenas, y nunca podrán atender esas necesidades ustedes mismos aunque dediquen todo el tiempo a ello. Aprender a trabajar con sus espíritus ministradores lleva tiempo, pero la efectividad de ustedes se multiplica exponencialmente cuando lo hacen. Aunque afilar el arma de la alabanza toma tiempo, cuando se convierten en soldados eficientes de la alabanza se incrementan sus fuerzas espirituales y se eliminan los obstáculos con que se habrían topado.

99. Lo cierto es que‚ por muchos que sean sus logros en el plano físico, eso no los convertirá en los testigos más imponentes de todos los tiempos. Lo lograrán gracias a las oportunidades que suscito Yo para ustedes. Solo estarán en el lugar y momento indicados por los milagros que se produzcan. Y solo se producirán en la medida en que aprendan a trabajar mediante el espíritu y mantenerse en sintonía conmigo. Se volverán así por medio del poder sobrenatural que derramaré sobre ustedes, tanto individualmente como sobre toda la Familia, y no obtendrán ese poder de ninguna otra manera que no sea pasando tiempo conmigo y aprendiendo a trabajar mediante el espíritu.

100. No falta mucho para esos días. El reloj sigue corriendo, y si quieren contar con el tiempo para obrar esos milagros y llegar al mundo de la forma para la que llevo tantos años preparándolos, tendrán que romper el molde.

101. Es un asunto sobre el que conviene meditar, reflexionar y orar‚ ya que es algo que cada uno de ustedes tiene que reconocer y comprender claramente con relación a su vida, su forma de trabajar y sus decisiones. Son asuntos de índole muy personal. ¿Con cuánto afán oran? ¿En qué medida están haciendo progresos con el arma de la alabanza? ¿Cuánto conocen a sus espíritus ministradores y en qué medida colaboran con ellos? Son cosas que nadie más que ustedes sabe de verdad.

102. Pero esos son los medios que les he dado para que realicen la labor en estos Postreros Días. En ello radica la diferencia entre el éxito y el fracaso. Y aunque pasé mucho tiempo ayudándolos a desarraigar las transigencias y establecer un estándar claro de discipulado, este cambio de modalidad —trabajar mediante el espíritu— es otro pilar que es preciso colocar en su lugar para que la Familia cumpla su destino. Así de sencillo.

103. (Jesús:) Como trabajar mediante el espíritu es un principio tan familiar, se corre el peligro de que se deje de lado por no darle la suficiente importancia, por no tratarse de información nueva ni tener un interés peculiar, por no parecer algo tan activo o trascendental. Pero la verdad es que en este momento es el principio que más puede contribuir a transformar el mundo. Es vital en este momento de su historia.

Confíen en Mí, su Compañero celestial de trabajo

104. (Jesús:) Los tiempos que corren son ideales para capacitarse en el arte de la dependencia. Es cierto que tienen demasiado que hacer, pero para Mí no es demasiado. Tienen que depender más de Mí, depender más de Mis fuerzas y confiar más sus asuntos a la oración. Y tomar ese camino no significa que esas cosas vayan a quedar sin hacer; ni que con limitarse a confiar se vayan a resolver aunque no se atiendan.

105. Significa que están convencidos de que voy a hacer algo, o que con un mínimo esfuerzo por parte de ustedes haré que los resultados sean óptimos, en vez de ponerle mucho empeño y energías y terminar con unos resultados mínimos. Se trata de hacer modificaciones en cuanto a quién se esfuerza, y si me permiten que ponga más esfuerzo, verán que sus labores dan más fruto. Esa es la clave.

106. Algunos piensan que confiar en Mí significa resignarse a que ciertas cosas queden pendientes, y que se trata de una de esas decisiones difíciles en que hay que renunciar a algo. Pero cuando trabajan mano a mano conmigo‚ cuentan con la ayuda del Compañero que más talentos tiene y más tareas es capaz de realizar a la vez. ¡Y créanme que soy capaz de hacer cualquier cosa, de hacerlo todo!

107. Tienen que mirarme con una luz mucho más positiva, no solo como guía y consejero espiritual‚ sino como alguien que es capaz de arremangarse y meterse de lleno a ayudarlos a realizar la labor. Ya sé que no estoy sentado ante el escritorio enviando mensajes de correo electrónico ni cambiando pañales o cocinando la cena, pero puedo ahorrarles horas y horas de trabajo encargándome de los aspectos invisibles de las situaciones. Puedo hacer que alguien esté mejor predispuesto, proveer para sus necesidades y hacer que todo encaje en su sitio, suscitar milagros o hasta encargarme de ciertas situaciones antes de que tengan que intervenir siquiera.

108. Cuando reciben mi orientación divina en todo lo que hacen —hasta en las tareas más rutinarias— puedo ahorrarles muchísimo tiempo. Puedo darles instrucciones al oído mientras realizan la tarea, de manera que la hagan bien de entrada. Puedo orientarlos para que no metan la pata y tengan que repetir la tarea o arreglar lo que salió mal. Puedo hacer que Mi Espíritu los guíe para que hagan un trabajo de primera y no de cualquier manera. Cuando trabajan conmigo, recogen fruto que permanece.

109. Díganme en concreto lo que quieren y déjenlo en Mis manos. No se preocupen ni alteren‚ y dejen de supervisarme para asegurarse de que lo estoy haciendo. ¡Claro que lo estoy haciendo! ¡Es Mi obra y estoy más que interesado en ella! Así que tengan un poco más de fe. Esa fe traerá aparejada toda una nueva dinámica en nuestra relación de trabajo. Esa es la clave del éxito. Nos dará más tiempo para pasarlo juntos amándonos; y a ustedes para disfrutar en convivencia con otras personas, porque en esencia me dejarán a Mí llevar la carga y una buena parte del peso, que es precisamente lo que deseo.

110. Así que practíquenlo. Confíenmelo todo en oración. Dependan de Mí para que lleve a cabo las labores importantes en el corazón de las personas, de manera que todo vaya más fácilmente y resulte menos trabado. Así, algunos de esos peñascos que parecen tan difíciles de retirar se moverán fácilmente, y para sorpresa de ustedes encajarán en su lugar debido. Denme una oportunidad de ayudarlos, de hacer parte del trabajo.

111. Si emplean el arma de la oración tanto como deberían y confían en que haré Mi parte, tendrán la fe para abastecerse y estar llenos de la Palabra, bien descansados, bien de ánimo y en general estarán en mejor situación. Harán su trabajo con más habilidad, amor y acierto. Y todo tendrá una dosis mayor del espíritu, es decir, de Mi Espíritu. No sean miopes viendo cada hora como una hora de trabajo, que eso es ver con los ojos de la carne. Más vale prevenir que curar, y el tiempo que se pasa afilando la hoz nunca es tiempo malgastado.

Reposar en Mí: la clave del éxito

112. (Mamá:) En muchos de los mensajes instructivos sobre este tema, el Señor hace hincapié en que normalmente no tenemos que hacer todo lo que pensamos que tenemos que hacer. Elaboramos nuestras listas de tareas pendientes y nos parece que tenemos mucho pendiente, pero si aprendiéramos a trabajar mediante el espíritu y encomendar más las cosas al Señor, hay ciertas tareas de nuestra lista en las que no tendríamos que intervenir para nada, y otras que Él podría preparárnoslas de tal manera que cuando hiciéramos nuestra pequeña parte todo se resolviera milagrosamente.

113. El próximo mensaje enfoca el asunto desde otro ángulo. Aborda la actitud con que vemos lo que el Señor nos pide, si se trata de que desempeñemos un papel menor y dejemos que Él se encargue de la mayor parte, o si nos pide algo que a nuestra mente carnal le parece imposible. Tenemos que recordar que al fin y al cabo es Dios, y debemos aprender a escucharlo. Si reforzamos la fe para obedecer lo que nos indique sin tratar de añadirle nuestro toque personal o hacer más o menos de lo que nos pide, nos volveremos más eficaces y fructíferos, seremos más felices, estaremos más relajados y tendremos más tranquilidad.

114. (Jesús:) Es importante que aprendan a trabajar dentro de los límites de las prioridades que les doy. Cuando confeccionan su propia lista y tratan de resolver las cosas por su cuenta, se marginan del aspecto milagroso y sobrenatural, que influye mucho en sus limitadas acciones físicas.

115. Una de las leyes de Mi Espíritu es que Mi ungimiento se incrementa según la necesidad. Si les pido que hagan algo es porque cuento con los medios para ayudarlos a hacerlo. Tengo un plan, y ungimiento para ustedes, y les daré las fuerzas y todo lo que necesiten.

116. Por eso es tan engañoso ver las cosas en la carne, porque les resta fuerzas y fe antes siquiera de que Yo tenga oportunidad de demostrarles de lo que soy capaz. Si piensan que son capaces de hacer una tarea, nos dejan de lado a Mí y Mi poder. Me dejan fuera de la ecuación.

117. Deben tener en cuenta la medida de Mi poder; no está limitado en modo alguno por sus reglas, circunstancias o aptitudes terrenas. Yo creé el mundo y con sus muchas maravillas insondables a partir de la nada‚ ¡la nada misma! Partí de la nada y fui avanzando a partir de ahí. De modo que cuando se fijan en ustedes mismos y en sus limitaciones, y aun en lo que a ustedes les parecen factores concretos —como por ejemplo, el tiempo—, se olvidan de que no me hace falta gran cosa para empezar a obrar. Es verdad que para valerme de ustedes necesito su sumisión y afán. Pero contando con eso, no hay límites a lo que puedo hacer.

118. Si lo piensan, hay muchas cosas que pueden salir bien o mal en su trabajo o en sus circunstancias de cada día. Digamos que reducen su horario y su lista de tareas a lo que creen que son capaces de hacer siendo realistas y se niegan a cargarse con más o alterar las prioridades. De todas maneras, hay circunstancias de fuerza mayor que afectan mucho el trabajo‚ por ejemplo, su salud, cómo han dormido, si la computadora‚ aparatos y vehículos funcionan, lo ungidos que estén los demás miembros del Hogar, lo bien que encajen las piezas del rompecabezas, la salud de los demás y la frecuencia con que necesiten ayuda o que los sustituyan.

119. También está el aspecto de su propio ungimiento y la celeridad o lentitud con que les vengan las respuestas, cuánto empeño tienen que ponerle a algo para que quede bien, o las veces en que la solución prácticamente cae como pera madura. Conciertan citas a las que los otros podrían llegar tarde o simplemente no presentarse. Hay o podrían surgir imprevistos, o responsabilidades que otros se abstengan de asumir y que se vean obligados a asumir ustedes, o tareas que surjan a última hora y les echen a perder los planes que se trazaron con tanto cuidado‚ o hasta factores como la unidad que tengan con otros, sus emociones y su capacidad de concentración. ¡Y podría enumerar mucho más! Circunstancias de fuerza mayor que podrían costarles muchas semanas de trabajo en que no podrían abordar nada de lo que tienen en su lista. Por muy minuciosamente que planifiquen y mucho margen de error que tengan en cuenta, es imposible predecirlo todo con exactitud o saber siquiera cuál terminará por ser la tarea más importante, en qué puede ser necesario que se esfuercen o qué surtirá más efecto.

120. Dicho de otro modo: hay muchos factores que ustedes no pueden impedir, pero Yo sí. Y cuando se rigen por Mi cronograma, trabajan mediante el espíritu y me dejan tomar la delantera, puedo encargarme de todo eso por ustedes y solo permitir que suceda lo que propiciará Mi plan. Si siguen adelante por sus propias fuerzas pensando que son dueños de la situación, puede que descubran que no saldrá como habían esperado y que se presentan muchas circunstancias inesperadas. En cambio‚ si me prestan atención y dejan que les hable y les indique las prioridades, y luego actúan en conformidad, estarán mucho mejor preparados para lo que sé que es preciso que suceda y mejor protegidos de lo que no es necesario y frustraría Mi plan.

121. A lo que voy es que tienen que acudir a Mí y pedirme instrucciones en cuanto a las prioridades‚ y es muy importante que no me limiten mirando demasiado la situación desde una perspectiva física. Recuerden que la suya es una vida de fe. Mi ungimiento sobre ustedes es puramente por fe. Al fin y al cabo, soy el gran Dios del universo, y si les pido que hagan algo es porque tengo un plan para ayudarlos a acometerlo. Si les digo que no es necesario que se ocupen de un asunto en este momento, hoy, es porque también tengo un plan para eso.

122. En efecto, habrá momentos en que la carga se vuelva muy pesada, pero tienen que seguir echándomela encima. Es cierto que habrá momentos en que tengan que desdoblarse al máximo; sin embargo, tienen que hacerse el firme propósito de ser fieles en pasar tiempo conmigo, hacer lo mejor que puedan y saber que los ayudaré a dar de sí sin romperse. Sin duda habrá momentos en que les gustaría tener más ayuda. En esos casos, clamen a Mí y a sus espíritus ministradores, y percibirán nuestra presencia. Es verdad que habrá momentos en que les parecerá imposible‚ pero será entonces cuando intervenga Mi poder milagroso en favor de ustedes.

123. Mi perspectiva les dará fe. Si dejan de verlo desde Mi perspectiva —que en esencia consiste en saber que soy capaz de hacer cualquier cosa y no tienen que preocuparse— perderán la fe, se sentirán estresados y agobiados y les costará mucho más esfuerzo de lo necesario. En cambio‚ si aprenden a dejarme llevar la carga, a seguir obrando por medio de la oración más que por ningún otro esfuerzo, a buscarme continuamente y tomar tiempo conmigo a toda costa, sabrán lo que es que Yo lleve la carga por ustedes. La carga seguirá ahí, pero será ligera si la llevo Yo por ustedes y ustedes caminan a Mi lado y al mismo paso que Yo.

124. Tienen que depender de Mí. No perder el convencimiento de que soy el gran Dios —que soy omnipotente y fuerte y estoy enamorado de ustedes— y ustedes son los pequeños ayudantes y seguidores. Eso les ayudará a andar con espíritu de serenidad y fe. Les facilitará aprender a reposar en Mí y los sacará adelante en épocas intensas y agotadoras sin llegar al colapso ni al agotamiento total ni sentir que están al borde de ello. No es que no vayan a sentir la carga, pero nunca será demasiado pesada. No los agobiará. No les restará alegría. Ese es el objetivo.

125. Les prometo seguir dándoles el ungimiento y las fuerzas y todo lo que necesiten para realizar la tarea, a medida que sigan entregándomelo todo, sigan confiando en Mí, manteniendo una relación estrecha conmigo, humillándose ante Mí y aprendiendo a reposar plenamente en Mí como arma ofensiva para realizar su labor. Ese concepto de reposar en Mí es la clave del éxito para quienes llevan una vida ajetreada. Una vez que aprendan a emplearlo, nunca más tendrán que volver a soportar las mismas presiones.

Empleen el arma ofensiva de la oración

126. (Mamá:) Si realmente quieren hacer algo y terminarlo, si de verdad quieren cambios, si necesitan con urgencia soluciones y progresos‚ ¡oren! Las oraciones de intercesión son el medio para eliminar montañas en el espíritu.

127. (Jesús:) Orar es una de las tareas más proactivas que pueden realizar. Rogar por el futuro, por personas, por situaciones‚ por provisión, para que Yo obre en el corazón, la mente y el espíritu de las personas de la Familia, por los miembros activos, por obreros‚ por fondos, por sus compañeros de trabajo‚ por las juntas, por los jóvenes. Y también hay oraciones con un objetivo: pedir por algo concreto, por diversas tareas, personas, sucesos y necesidades. Todo eso es un arma ofensiva.

128. La oración es una de las armas ofensivas más eficaces que se pueden emplear. Se parece a un bombardeo que se realiza antes de entrar en combate para preparar el terreno de manera que cuando lleguen ya esté preparado.

129. Ustedes no son capaces de transformar corazones ni mente, pero Yo sí; por eso, la oración va delante de ustedes para realizar esa labor. La oración inicia la tarea —y a veces hasta la concluye— antes siquiera de que tengan que gastar otras energías. Y si no concluye la tarea, lleva a cabo una importante parte de ella, de modo que cuando finalmente intervienen ya se ha hecho mucho‚ el escenario está preparado y todas las piezas encajan en su lugar. Eso les facilita mucho el trabajo.

Desde que probó la manzana, el hombre tiende a pensar que ha dado con mejores ideas sobre la vida y cómo vivirla que el Dios que lo creó todo desde cero.

No utilicen el programa de ayer: confírmenlo conmigo

130. (Mamá:) Otra clave es aprender a acudir al Señor a medida que van realizando una tarea. Si lo hacen, puede ahorrarles pasos, indicarles atajos o hacer hincapié en aspectos cruciales que pueden haberse omitido u olvidado. Nuestro Capataz y Maestro Mayor puede ahorrarnos mucho tiempo cuando acudimos a Él. Si dejamos que ajuste nuestros planes conforme avanzamos, eso también nos evitará estresarnos, ya que no tendremos por qué empeñarnos en algo que se haya vuelto innecesario o poco realista.

131. (Jesús:) Sucede con demasiada frecuencia que el aspecto productivo de la obra cobra vida propia, y a algunos empieza a parecerles que tienen que cumplir metas preestablecidas pase lo que pase. Dejan de orar sin cesar y siguen adelante basados en el programa del día anterior. Y puede resultarles difícil echar el freno o cambiar de dirección.

132. Espero que nunca den por sentado que porque algo es de determinada manera tiene que ser siempre así. Gran parte de las cosas que los agobiaban podrían haberse evitado si a cada paso me lo hubieran encomendado todo. Se podría haber aminorado el ritmo de ciertas tareas para evitar situaciones en las que se impone innecesariamente estrés y esfuerzo a músculos ya extenuados.

133. No hay necesidad de rehacer lo que ya se hizo, pero de ahora en adelante tienen que tomar conciencia de que reposar plenamente en Mí supone encomendarme situaciones. A veces les daré respuestas inesperadas y les diré que no tienen que encargarse de algo que pensaban que tenían que hacer, o que no tienen que hacerlo con tanto empeño como pensaban.

134. Podría ser que redujera la escala de ciertas cosas considerablemente en el plano físico y en cambio les encomendara la misión de trabajar más mediante el espíritu poniéndolas en Mis manos por medio de la oración, o valiéndose de la alabanza o la fraternidad, o de amarme íntimamente para retirar montañas espirituales, y luego ver cómo hago el milagro. Necesitarán fe cuando les diga algo así; la necesitarán todos.

La clave para sobrevivir

135. (Jesús:) Es un principio espiritual certero e inamovible que cuando echan sus cargas sobre Mis hombros las llevo por ustedes y ustedes cobran fuerzas. Cuando se toman un tiempo conmigo; cuando se sacrifican haciendo una pausa en todas las actividades importantes que realizan o podrían realizar y me prestan atención; cuando se disciplinan espiritualmente y no dan cabida al estrés ni a la preocupación, sino que se concentran en todo momento en Mis promesas y Mi perspectiva, hacen uso de un poder tremendo. Canalizan Mi poder. Echan mano de Mi Espíritu y Mis fuerzas y se dejan llevar por ellos. Y esa, amores Míos, es una clave importante y subestimada para sobrevivir en Mi obra a largo plazo. Es imprescindible hacerlo.

Eso para Mí es la esencia de la espiritualidad: regirse por las pautas de Dios e intentar vivir la vida de una forma más celestial.

¿En qué consiste la verdadera espiritualidad?

136. (Mamá:) Para cambiar de ritmo y trabajar más mediante el espíritu, y para tener un sentido claro de nuestras prioridades y del equilibrio entre lo que debe hacerse mediante el espíritu y lo que debe hacerse en el plano físico, es necesario aprender a ver con el espíritu; adoptar una mentalidad más espiritual. Cuando tenemos un sentido proporcionado de las prioridades espirituales, trabajamos en lo que es verdaderamente importante y tiene efectos de largo alcance, y recogemos fruto que permanece. El Señor lo resumió bastante bien cuando dijo:

137. «Les indico la forma de preservar lo que hacen y de hacer que su vida valga la pena dentro del designio general. Les muestro métodos y modos de obrar que tendrán beneficios eternos. Pero toman tiempo y exigen fe, obediencia y cooperación. Cuando creen, obedecen y colaboran, lo cuento por espiritualidad. Cuando se apoyan en su propia prudencia, para Mí eso es carnalidad».

138. En este próximo mensaje el Señor explica lo que es la verdadera espiritualidad, que en realidad no es más que otra forma de explicar la diferencia entre trabajar en la carne y hacerlo mediante el espíritu. Es la diferencia entre hacer lo que a nosotros nos parece importante y lo que lo es a los ojos del Señor, lo que perdurará, lo que nos impulsará adelante y dará grandes frutos.

139. (Jesús:) La verdadera espiritualidad en realidad consiste en tomarme al pie de la letra. Desde que vine a la Tierra hasta ahora prediqué y enseñé los principios celestiales en contraposición a los del mundo. A lo largo de ese tiempo he dado una enorme cantidad de consejos y orientación, y sigo vertiendo esa instrucción a través del Vino Nuevo y del conducto personal de cada uno cuando me lo pide.

140. Con todo eso, promuevo los principios celestiales; restablezco los verdaderos valores e indico lo que es de verdad importante para el corazón y la mente de Dios, y lo que no lo es simplemente por ser carnal, por tratarse de algo terrenal que se convertirá en polvo junto al resto del Sistema y las religiones humanas de obras.

141. Lo medular de Mis mensajes, entre los que están los de amor y salvación para la humanidad, es que la vida de ustedes es más de lo que se percibe en la dimensión terrenal. Hay todo un mundo espiritual, y siempre he sido el puente que puede vincularlos con el plano espiritual desde el mundo físico.

142. David dijo que era un arqueólogo que despejaba los escombros de las iglesias para llegar a la raíz de lo que la Biblia dice y significa en realidad. Yo también soy arqueólogo —el Arqueólogo Jefe—, y los escombros que retiro son la mentalidad y los métodos del hombre que, desde el principio, se creyó más listo que Dios. Desde que probó la manzana‚ el hombre tiende a pensar que ha dado con mejores ideas sobre la vida y cómo vivirla que el Dios que lo creó todo desde cero. Y si consideran la totalidad de Mis consejos, verán que uno de los mensajes y temas principales es que hay dos métodos: el del hombre y el de Dios; y si bien tienen que elegir por cuál de los dos regir su vida, siempre recomendaré que lo hagan de la manera celestial, la de Dios. Esa es para Mí la esencia de la espiritualidad: regirse por las pautas de Dios e intentar vivir la vida de forma más celestial.

143. Cuando la forma en que viven y las decisiones que toman se basan más en la modalidad carnal, veo muy claramente lo temporal que es, lo infructuosas que son esas decisiones dentro del plan general. Por eso siempre promuevo que se aparten del método carnal para optar por la modalidad espiritual. Y para efectuar ese cambio en su vida —y es un proceso gradual‚ no algo que se haga de una vez—, lo esencial de esa decisión y ese cambio es creerme y obedecerme.

144. Por ejemplo, les digo que en espíritu su rato de vigilia es uno de los momentos más productivos del día. Yo, que veo los valores eternos ligados a todo, sé lo que importa de verdad. Por eso insisto tanto en ello. Creer —o procurar incrementar su fe en ese principio— es lo que Yo definiría como espiritualidad. Consiste en evaluarlo todo según su valor espiritual en vez del carnal.

145. Se parece un poco al tipo de cambio en las monedas. Su paupérrima y penosa moneda terrenal está desastrosamente devaluada. Aunque el tipo de cambio sea de un millón a uno‚ no siempre lo saben, porque tienden a estar enraizados en lo que ven‚ que es su actual moneda carnal. Yo veo que en espíritu pueden hacer muchas cosas e invertir muchos esfuerzos, pero al final, puede que el valor real de ellas sea de un dólar en moneda celestial. Por eso los aparto de los esfuerzos y actos que tienen escaso valor eterno para conducirlos hacia los que realmente tienen valor espiritual.

146. Volviendo a Mi ejemplo, la vigilia de oración vale mucho espiritualmente. Aceptar eso, obedecerlo y llevarlo a cabo significa aspirar a una espiritualidad mayor‚ porque me creen cuando digo que es más eficaz que igual cantidad de tiempo dedicado a sus demás labores. Saltarse la vigilia de oración o acortarla es un paso hacia la carnalidad; supone una tentativa miope de hacer algo que aparentemente tiene mucho valor en la moneda de ustedes, pero en realidad vale muy poco en la dimensión celestial.

147. Hay infinidad de ejemplos parecidos. Los encontrarán en Mi Palabra y en los consejos que les doy todos los días. Como dije, este es uno de los temas centrales, la valía eterna del tiempo que pasan conmigo leyendo la Palabra, el valor de un alma salvada, la importancia de manifestar amor, el efecto de largo alcance que tiene el dar una formación adecuada a un niño, el valor de las nuevas armas, y mucho más.

148. Creer en esas cosas y obedecerlas denota verdadera espiritualidad. Es conceder el valor adecuado a lo que de verdad lo tiene. Supone una comprensión más profunda de qué es lo que vale de verdad en la vida y qué está sobrevalorado, qué da la impresión de valer algo aquí y ahora, pero en última instancia carece de valor.

149. Siempre está presente el peligro de la carnalidad‚ porque les cuesta aprender a reconocer la diferencia entre lo que vale y lo que no vale. Tienden a sobrevalorar las acciones y efectos inmediatos. Les falta paciencia para las labores lentas, para el largo plazo, para lo que es para el futuro y lo que no se ve y requiere fe.

150. Y siempre pueden contar conmigo para que los ayude. Soy su agente de cambios. He publicado un manual tras otro sobre las diferencias entre las monedas del Cielo y la Tierra‚ y no dejo de proporcionarles orientación personal y consejos cada vez que me los piden. Pero para que esos consejos les sirvan de algo, tienen que creer lo que les digo, invertir en las acciones y monedas fuertes y poner sus recursos donde deben.

151. Hay una forma carnal y una espiritual de abordar cada acción y decisión. O, para dejarlo aún más claro, una forma celestial y una terrenal de encararlas. Una es la que emplearía Dios; la otra la que aplicaría el hombre. Cuando tienden hacia lo carnal, siguen los métodos del hombre. Cuando tienden hacia lo espiritual, actúan al modo de Dios. Es así de sencillo.

152. Hay pocas situaciones, por no decir ninguna, en que ya no haya explicado claramente la manera debida de proceder y la decisión acertada a los ojos de Dios. Hace falta más fe para creer lo que ya dije y razonar menos en su mente. Hace falta confianza en que Mi método resultará mejor, y obediencia para proceder a dar los pasos necesarios para hacerlo a Mi modo.

153. La fe requiere paciencia y la paciencia fe. Eso se debe a que —sin falta— los caminos espirituales que dispongo tienen más visión de futuro que los métodos carnales de ustedes. Los pasos que les pido que den exigen paciencia y fe porque no siempre se ven los resultados tan rápidamente como con sus métodos carnales. Pero a la larga‚ cuando la paciencia rinde sus frutos, terminan con algo que tiene verdadero valor en vez de algo cuyo valor se incrementó rápidamente y decayó con más rapidez aún.

154. Todo lo que se base en las prioridades del hombre está destinado a perecer. Si el hombre se formó a partir del polvo de la tierra, ¿cómo puede albergar esperanzas de crear a partir de sí mismo algo más valioso que el polvo? Lo único que puede crear o lograr —y eso vale también para ustedes— que tenga más valor que el polvo es lo que se lleva a cabo con el espíritu, por medio del espíritu y para el espíritu. Al final, todas las obras de la mano del hombre quedarán reducidas a polvo.

155. Les indico la forma de conservar lo que hacen y sacar partido a su vida dentro del designio general. Les indico métodos que tendrán beneficios eternos. Pero toman tiempo‚ requieren fe y exigen obediencia y cooperación. Cuando creen, obedecen y colaboran‚ lo cuento por espiritualidad. Cuando se apoyan en su propia prudencia, para Mí eso es carnalidad.

156. Al final soy el único que puede dirimir entre dos vidas cimentadas en esos principios opuestos. Según el criterio humano, aquel cuyo objetivo en la vida es alcanzar éxitos carnales, logros carnales, o incluso regirse conforme a la justicia carnal, es una persona exitosa. En cambio, para Dios, solo se considera valiosa una vida espiritual. Y en última instancia, ¿quién abrirá los libros y juzgará? ¿Dios o el hombre?

157. Tomen eso en cuenta cuando se sientan tentados a trocar Mi método por el suyo. ¿Quién creen que está en mejor situación para tomar decisiones bien informadas sobre lo que realmente vale en la vida: ustedes o Yo?

Más consejos sobre lo que significa vivir mediante el espíritu

158. (Jesús:) ¿Qué es la espiritualidad? ¿Qué significa andar en el espíritu? ¿Se refiere a caminar con los ojos cerrados y la nariz levantada? ¿Pasarse el día de rodillas y evitar contacto con los demás? ¿Qué significa en realidad ser espiritual?

159. Hoy en día la Familia no puede darse el lujo de conducirse con una mentalidad carnal, porque gran parte de Mi orientación y dirección es espiritual y se basa en verdades espirituales. Si tienen una mentalidad carnal, no captarán la orientación y consejos actualizados que doy, ya que no se entienden con la mente carnal.

160. Como dice Mi Palabra, el ocuparse de la carne es muerte (Rom.8:6), muerte de la vida espiritual, muerte de su conducto y muerte de su vínculo conmigo, porque las cosas de Mi Espíritu no pueden entenderse carnalmente ni tienen mucho sentido para la lógica carnal.

161. Por ejemplo, aminorar la marcha. Se preguntan cómo es posible que les pida que aminoren la marcha cuando hay tanto que hacer. Para la mente carnal‚ lo acertado sería aumentar la velocidad, trabajar más ardua y rápidamente‚ dedicar más horas, esforzarse por empujar la roca cuesta arriba.

162. ¿Qué les pido? Que se detengan, se tranquilicen, mediten, vayan más despacio, se retiren y acudan a Mí en oración. Podrían decirme: «¡Pero‚ Señor‚ eso es un disparate! Ya sé que eres Dios y todo eso, pero si dejo de empujar esta roca aunque sea por un segundo, rodara hacia atrás y me aplastará, y también a todos los que confían en que me voy a hacer cargo.»

163. Para la mente carnal, Mis consejos son absurdos. Por eso‚ los tienen que ver desde el punto de vista espiritual y con una visión celestial. Tienen que dar lugar a que los lleve al espíritu para ver Mi plan, y luego creer por fe que resultará porque dije que así sería, aunque no lo entiendan del todo.

164. La principal diferencia entre la espiritualidad y la carnalidad es que no tratan de resolverlo todo por su cuenta, mentalmente, barajando diversas alternativas hasta dar con el mejor plan. Al contrario, acuden a Mí, me preguntan, me piden orientación, me escuchan y se dejan guiar por Mí.

165. Aunque tengan que participar en una tormenta de ideas o estudiar varias opciones, si acuden a Mí y me piden orientación y ayuda‚ pueden hacerlo en el espíritu en vez de en la carne. Pueden canalizar Mis ideas a través de ustedes pidiéndome Mi confirmación, solicitando ideas e información y preguntándome si dará resultado.

166. En definitiva se reduce a la disyuntiva entre la carne o el espíritu. ¿Actúan por sus propias fuerzas o me dejan a Mí actuar mediante el espíritu? ¿Dedican grandes esfuerzos y se matan de trabajar para ver unos resultados ridículos? ¿Al final de la jornada están exhaustos de tanto empujar? ¿O tienen la tranquilidad y la quietud que da saber que todo está en Mis manos?

167. ¿Obedecen los consejos que les doy, por descabellados o disparatados que parezcan? O dicen: «Todo eso está muy bien, pero no va a dar resultado, Señor. ¿No sería mejor dejar que Lázaro se pudra en su tumba? Al fin y al cabo, lleva cuatro días muerto. Es un disparate que nos pidas que quitemos la piedra, porque está más muerto que Adán. La sola idea de que lo vayas a resucitar de los muertos es ridícula.»

168. ¿Entienden a qué me refiero? Habrá momentos en que simplemente tendrán que obedecer y hacerlo porque lo dije, aunque no lo entiendan del todo en el plano físico. A veces es así solo porque lo digo Yo. Recuerden que el universo se hizo por la Palabra de Dios (Heb.11:3), así que en esencia existe porque dispuse que así sería. ¿Comprenden?

169. Tienen que aceptar las respuestas por fe, aunque parezca que no darán resultado. Aunque Mis consejos les parezcan absurdos, tienen que creerlos, actuar en consecuencia y llevarlos a la práctica. No siempre tienen que entender todo lo que les digo. A la mente carnal le encantaría entenderlo todo y tenerlo todo bien definido, pero no va a ser así.

170. Cuando de verdad trabajan en el espíritu, la mente carnal se enfrenta a imposibles que supera instantáneamente y ni considera obstáculos porque en el fondo saben que responderé y los resolveré. No se desvían porque ni pensaron en la posibilidad de sufrir una derrota, ya que dije que eso no sucedería.

171. Los he dotado y hecho bastante inteligentes. Les he dado talentos y aptitudes, pero en el plano espiritual eso no sirve de nada. En realidad todo se reduce a obedecer y actuar conforme a lo que Yo les diga. La persona menos lista del mundo puede salir adelante gracias a Mi poder si me obedece. Esa es la diferencia. La mente carnal afirma que es imposible, pero Yo digo que no. Creer que puedo equivale a dar el salto de la mente carnal al espíritu.

172. La verdadera espiritualidad consiste en creer lo invisible, aceptar y acometer lo impensable y hacer con frecuencia lo imposible por intermedio de Mi Espíritu y Mi poder. Significa depender de las armas espirituales, la oración y la alabanza e invocar las llaves más que servirse de las propias aptitudes. Orar más para que se hagan las cosas y por las soluciones que necesitan. Equivale a vivir más en el espíritu, creer en las realidades del espíritu y rechazar las mentiras de orientación carnal del Enemigo. Obedecer porque lo dije Yo, aunque no entiendan por qué. Toparse con lo imposible y reírse sabiendo que lo haré de todos modos, y que lo imposible es una mentira del Enemigo.

173. Ser espiritual significa emplear con frecuencia las armas espirituales y depender de ellas. No se trata de hacer una oración y luego tratar de arreglarlo uno mismo. Sino orar y contar con que Yo obre. Me buscan con apremio y me piden que supere los aparentes imposibles, y luego verme hacer el milagro.

174. Supone soltar la roca y confiar en que no rodará hacia atrás y los aplastará. Significa subirla por la cuesta a punta de oración, invocando la ayuda de sus espíritus ministradores y pidiéndoles que la carguen ellos sobre sus espaldas y los ayuden así a llevarla cuesta arriba. Sobrellevar a diario lo imposible por intermedio de Mi Espíritu. Equivale a preguntarme cómo hacer las cosas y depender más de Mí.

175. Mantenerse en el espíritu no es una obra de la carne; es someterse a Mí y dejarme que los sostenga. Trabajar con ahínco, pero en la dirección de buscarme con apremio y pedirme que les dé soluciones y actúe. Depender más de Mí que de sus propias aptitudes.

176. Es trabajar con el espíritu y por intermedio de él. Confiar en que resolveré la situación y creer tan firmemente que lo haré que se niegan a moverse a menos que Yo les diga que lo hagan. Supone tirar la pelota en Mi cancha y pedirme que haga algo, y no preocuparse por si seré capaz de hacerlo.

177. Es estar tan convencido de que llevo las riendas que confían en Mí y creen que Romanos 8:28 da resultado y es verdad. No intentan abordarlo todo por sus propias fuerzas, porque el espíritu les dice que intervendré a favor de ustedes y lo resolveré todo.

178. Es creer en Mi Palabra y ponerla en práctica. Confiar, obedecer, creer y amarme íntimamente. Aceptar el Vino Nuevo y las nuevas armas que les he dado y depender de ellas. Invocar a cada paso las llaves de la victoria. Dejar de lado las propias fuerzas y echar mano de Mi visión y Mis consejos. Confiar en que los sostendré.

179. Tienen que fijar los ojos en Mí y confiar en Mi palabra. Si lo digo Yo es porque es verdad, porque dará resultado y lo creen. No se trata de mirar lo que dice el hombre. Cuando el hombre dice: «Te vas a hundir, créeme. ¡Eso es imposible!», lo hacen de todos modos porque Yo se lo dije.

180. Ser espiritual supone hacer de su vida espiritual una prioridad y darme a Mí el primer lugar. Dedicar tiempo a estudiar la Palabra y celebrar días de conferencia conmigo porque lo dije, no porque tengan un momento de respiro en su trabajo o porque se haya aminorado la marcha y aprovechan ese rato. Significa tomar ese tiempo aun en medio de los momentos de mayor ajetreo porque saben que para hacer todo lo demás tienen que darme prioridad a Mí y contar con que me ocuparé del resto. Confiando en Mí y acudiendo a Mí con apremio para que les dé soluciones a cada paso, se resisten a dejarse atrapar por el estrés y la exasperación.

181. Muchos me piden orientación pero luego no vuelven a seguir pidiéndome a cada paso. Luego se preguntan por qué no resultó como dije. Me llaman por teléfono y me dicen: «¿Cómo hago para llegar a tal sitio?» Y les digo: «Giren a la izquierda…», y entonces cuelgan y se pierden Mi siguiente instrucción.

182. Es necesario consultármelo todo y tener más fe y confianza en lo que digo Yo que en lo que dicen los hombres. Es soñar lo imposible, creer que lograr lo que el hombre considera inviable exigirá más de Mi poder.

183. En definitiva, supone creer todo lo que dije en Mi Palabra y llevarlo a la práctica en las labores que realizan para Mí. Si no‚ más les vale ser ejecutivos o empresarios del Sistema. La diferencia está en vivir Mi Palabra y obedecer lo que les digo, aceptar Mis consejos y actuar en consecuencia diga lo que diga su mente carnal. ¿Entienden?

184. Trabajar mediante el espíritu es simplemente optar por aceptar y seguir Mi punto de vista sobre los diversos asuntos y situaciones que surgen. Supone seguir Mi derrotero y Mis métodos. Obedecer Mi voz.

Continúa en la BN 1194

© La Familia Internacional, 2006