Con Jesús basta

Maria
November 15, 2006

Table of Contents

BN 1187 DF/MM/MC NOV. 2006

Carta de María 3611

Apreciadísima Familia:

1. A lo largo de la vida nos vemos en la necesidad de tomar decisiones difíciles. Algunas significan renunciar a algo que consideramos importante. Pasamos por quebrantos y sufrimos pérdidas. El Señor da y el Señor quita. Aunque sabemos que lo hace por amor, en muchos casos supone un gran quebranto aceptar lo que hace, confiar en Él, tomar la decisión de creer que sabe lo que nos conviene y adaptarse a Su plan, por doloroso que parezca en el momento.

2. Hay ocasiones en que, después de vivir una experiencia muy intensa, pasar una temporada difícil o tener que renunciar a algo que teníamos en gran estima‚ gracias a la sumisión a la voluntad del Señor para nuestra vida llegamos a un punto en que nos damos cuenta de que en verdad con Jesús nos basta. La vida no nos resulta complicada, pues no nos preocupamos tanto por las cosas‚ ni deseamos tan intensamente que se desenvuelvan de cierta forma. Estimamos todo lo demás «como pérdida» (Fil.3:8), y pierde valor comparado con nuestra relación con Jesús y nuestro deseo exclusivo de cumplir Su voluntad para nuestra vida.

3. Sin embargo, esa perspectiva que se obtiene con tanto sudor dura poco. Por lo general cuesta tanto llegar a ese punto que sería agradable que pudiéramos tener presente esa perspectiva en nuestra vida de un modo mucho más constante.

4. Debido a nuestra naturaleza estamos bastante apegados a las cosas de este mundo. Vivimos en un plano terrenal y por ser humanos tenemos tendencia a poner bastantes limitaciones a lo que queremos hacer, a lo que estamos dispuestos a hacer o incluso a lo que nos parece que podemos hacer. Fijamos límites. Decimos: «Haré esto, pero lo otro no; renunciaré a esto‚ pero no a aquello».

5. A medida que progresamos como discípulos es preciso que nos desprendamos más del mundo. Si echan un vistazo a los grandes hombres y mujeres de fe de la historia‚ verán que, casi sin excepción, se destacaban mucho en este aspecto. Tenemos que entrar a esa dimensión o llegar al punto de la vida en que estemos tan enamorados de Jesús que lo demás no nos importe mucho, en que confiemos más en Él, en que hará lo mejor para nuestra vida, sabiendo que Él lo controla todo y que hará que todo redunde en bien.

6. ¿Cómo se obtiene una pasión así? ¿Cómo podemos llegar al punto en que realmente nos baste con Jesús? Cuando la vida es cómoda y no se libran grandes batallas, ese concepto puede parecer muy lejano o ajeno, y hasta indeseable. Sin embargo, cuando acabamos de pasar por una experiencia muy intensa que ha conmovido el cimiento mismo de nuestra fe, y en ese valle de lágrimas llegamos a la conclusión de que con Jesús nos basta, ese concepto cobra sentido y deseamos no cambiar nunca de parecer. Sabemos que fue un calvario llegar hasta ahí, pero una vez que lo logramos‚ sentimos mucha paz y confianza en nuestro Amante y un enorme consuelo en la Palabra. Nuestra vida espiritual da mucho fruto.

7. Preguntamos al Señor cómo podemos contar con esa paz y consagración de un modo más constante, con la devoción y determinación para poder decir de corazón, sin pesar ni reservas: «Con Jesús basta». Les paso a continuación Su respuesta.

8. Creo que los alentará, motivará y consolará. Oro que los acerque todavía más a los brazos de nuestro entrañable Amante, que siempre da lo mejor de lo mejor a los que dejan que Él elija, y ha prometido que si renunciamos a algo por Él ahora, sea lo que sea, nos dará cien veces más (Marcos 10:28-30). Por mucho que demos, ¡Él siempre nos dará más!

9. Con harta frecuencia nos olvidamos de esas promesas y nos aferramos tenazmente a algo del presente. Nos invade el miedo a perder algo que valoramos, y pensamos que nuestra forma de actuar nos hará más felices que la de Él. ¡Que el Señor nos ayude a tener más presentes esos principios infalibles! Si releemos los siguientes mensajes cuando algo nos ponga a prueba o nos haga sentir que con Jesús no basta, podemos recordárnoslos y recobrar la debida perspectiva.

Aférrense como la enredadera al árbol

10. (Jesús:) Amores Míos, qué pregunta tan considerada. Me encanta que acudan a Mí con humildad, solo para preguntarme cómo pueden amarme más, acercarse más a Mí y dejar que cobre más importancia para ustedes. No puedo evitar bendecir tal amor y devoción. Todo el que haga esa pregunta y tenga hambre y sed de esta justicia se llenará. Todo el que lea estas palabras con el corazón y la mente abiertos, deseoso de llenarse de Mis respuestas y ser recompensado con una mayor intimidad conmigo, las recibirá. Los amo por el amor que me tienen. Agradezco en el alma que me pidan que hable de este tema.

11. Cercano estoy a los quebrantados de corazón y doy gracia a los humildes. Eso significa que los que son humildes y dependen de Mí a toda costa adquieren una relación particularmente estrecha conmigo. Y esa humildad y apremio por lo general nacen en los que han tocado fondo y no tienen a qué aferrarse en la vida sino su amor por Mí y su deseo de vivir en el Espíritu y gozar más plenamente de Mí. Es un obsequio muy valioso para ellos, la miel que solo se obtiene al estrujar el panal.

12. Después de esas difíciles decisiones y profundos pesares el alma suele llenarse de pura alegría y felicidad. Saben que me han hecho muy feliz al decidir con acierto, y quieren seguir llenando su vida de esa alegría sirviéndome de la forma en que desee que lo hagan. Piensan muy poco en sí mismos y casi exclusivamente en Mí y en Mi voluntad para su vida.

13. Cuando están en esa situación puedo valerme grandemente de ustedes. Puedo servirme de ustedes para derramar amor sobre el mundo y sobre sus hermanos. Veo que aspiran a alcanzar y conservar en todo momento ese estado; es un estado de utilidad a Mí, pero sobre todo de enamoramiento conmigo, de quebranto y sumisión‚ de desear cumplir Mi plan para su vida, sin reservas y sin las barreras del yo y de los propios planes.

14. Mis amores, no hay testimonio sin prueba, no hay corona sin cruz, no hay victoria sin batalla. Son precisamente las dificultades, quebrantos y temporadas difíciles que permito en su vida las que los llevan a alcanzar esa unión particular conmigo. Ese es el fruto que deseo que se produzca mediante las depuraciones que llevo a cabo en la vida de cada uno. Si ven que no se encuentran muy seguido en el estado en que les basta con Jesús, lo que pasa es que no han aceptado las depuraciones y quebrantos que procuro generar en su vida a fin de que lleven ese fruto tan valioso.

15. Esa es la razón, ni más ni menos. Mi plan de gozo perfecto, de dependencia total de Mí, de amor perfecto a Mí y de un deseo perfecto de hacer Mi voluntad solo se perfecciona mediante los sacrificios, la sumisión, los quebrantos y renunciando a todo y dejando de lado la propia voluntad y los propios planes. Es la gloria que nace de las cenizas (Isa.61:3), y no hay forma de obtenerla sin que algo pase por el fuego.

16. El amor y la relación que compartimos la mayor parte del tiempo son muy hermosos y me encanta el empeño que todos ponen en aspirar al supremo llamamiento del discipulado. Eso no me desagrada. No digo que no estén alcanzando un nivel importante. De hecho, poco a poco los estoy conduciendo a la posición en la que Yo soy lo único que importa‚ en la que soy la piedra angular de su vida, y si perdieran todo el mundo pero me conservaran a Mí, serían felices; no solo eso, lo serían más que nunca, porque los estorbarían menos los demás afanes de la vida y estarían más libres para entregarse exclusivamente a Mí.

17. Las batallas y los quebrantos hacen surgir esto con mucha más claridad porque aceleran su avance por esa senda. Atraviesan súbitamente la niebla de su vida diaria y los ponen en contacto directo con Mi esencia, con lo que no les queda más remedio que aferrarse firmemente a Mí. Cuando soplan vientos huracanados, la enredadera no tiene más remedio que aferrarse al tronco del árbol para estar protegida. En cambio, cuando hace sol y hay tranquilidad, tiene que ser que ella decida por su cuenta si crece cerca del tronco.

18. Puede que esto haga que se pregunten si la única forma de estar cerca de Mí y ser plenamente sumisos es pasar por grandes tribulaciones y quebrantos. Lo bueno es que no es enteramente así. A lo que aspiran ustedes no es a los quebrantamientos en sí. Lo que desean es la sensación de saber que nada se interpone entre ustedes y Yo, que no hay nada a lo que no hayan renunciado por Mí o que no renunciarían por Mí.

19. Cuando pasan por una temporada sombría y difícil, suele ser porque se ha hecho realidad lo que más temían, porque se les ha pedido que hagan lo que menos les gustaría o que renuncien a lo que más temen perder. Después de eso, queda muy poco que temer. Por eso se sienten tan unidos a Mí, tan enamorados de Mí. Cuando sacan de raíz todo lo que se interpone entre nosotros, queda mucho más espacio para que Yo llene su vida de amor y belleza.

20. Por eso, si desean prolongar esa sensación y gozar de ella cada día, aprovechen las oportunidades que les doy de limpiar su vida de temores, reservas y su propia voluntad. Permitan que los pode, y acepten sin vacilaciones ni reservas cuanto traiga a su vida.

21. Ustedes son como la enredadera en un día tranquilo. Hace sol‚ el aire es cálido y no hay mucho que los empuje hacia Mi tronco. Saben que al enroscarse alrededor de Mí se harán más fuertes, pero no hay ningún peligro inmediato ni motivo inminente para aferrarse a Mí como si en ello les fuera la vida.

22. Yo les envío brisas, les doy empujoncitos hacia el árbol y les mando lloviznas y vientos suaves para ayudarles a acercarse más a Mí. Si de verdad desean enroscarse bien alrededor de Mí, sin ninguna otra motivación o deseo aparte de tenerme más que a ninguna otra cosa, les conviene aprovechar cada brisa y dejar que los empuje hacia el tronco.

23. Los retos de Mi Palabra y de la vida para el auténtico discípulo lo ponen a lo largo de la vida en infinidad de oportunidades de tomar decisiones que podrían permitirle desprenderse de lo terrenal y del yo y extender la mano para tomar lo espiritual. Sin embargo, con frecuencia lo hacen solo en parte, no van más allá de lo que les resulta cómodo, sino que se quedan ahí.

24. Podrían gozar de esa relación estrecha conmigo aun sin sufrir un gran quebrantamiento‚ si tan solo tomaran de verdad la vía de la humildad, la entrega, la sumisión y el amor y eligieran con acierto cada día, basándose únicamente en lo que les llega en el curso normal de la vida. Sabrían que aunque su existencia no estuviera llena de sufrimiento, ningún aspecto de ella es tan importante para ustedes como Yo y se contarían entre los privilegiados a los que puedo decir cualquier cosa‚ sabiendo sin sombra de duda que lo harían solo para agradarme, para no apartarse de Mí.

25. Todos ustedes procuran hacerlo en cierta medida, unas veces más y otras menos. Procuran vivir como deseo y renunciar a todo lo que se interponga entre nosotros. Les doy insinuaciones con relación a lo que se interpone entre nosotros o los accesorios que llevan consigo, y los animo a dejarlos. Les muestro las habitaciones de su vida que no están abiertas del todo a Mí y los animo a dejarme entrar. Pero muchas veces no toman la iniciativa de abrir de par en par las puertas y dejar las muletas y accesorios a fin de abrazarnos a Mí y a Mi Espíritu.

26. Por consiguiente, las veces en que realmente se desprenden de todo y se dejan llevar de lleno por Mí solo suelen darse cuando esas cosas se les quitan del todo contrariando su voluntad, aunque no den su consentimiento. Por eso a veces debo permitir que los azoten vendavales, para que no les quede más opción que agarrarse a Mí como si en ello les fuera la vida.

27. Mis amores‚ soy un Hortelano fiel, y sé lo que necesita cada uno de ustedes para llevar fruto. Por eso motivo y riego‚ recorto y podo. Y en ciertas ocasiones tengo que cortar y talar bruscamente y dejarlos expuestos a los vientos y la lluvia. Si lo que desean es llevar el fruto que deseo —el del amor y la sumisión y los frutos del Espíritu—, los haré surgir en su vida en el momento en que considere oportuno.

28. Si pueden llevar esa clase de fruto gracias a las brisas y el riego suave, cuánto mejor. Sin embargo, sé que la mayoría de Mis plantas en un momento u otro necesitan sentir Mis quebrantos, que les retiran los soportes y las coberturas, dejándolas plenamente expuestas a la furia de los elementos. Sé que aunque ello al presente no es causa de gozo, con el tiempo el fruto apacible de aferrarse firmemente al árbol les brindará tanta felicidad y utilidad que nunca querrán apartarse.

29. Sin embargo‚ después de tales ocasiones, aun una vid castigada y podada tarde o temprano empieza a alejarse de Mí si no toma cuidados extremos. Por eso reinicio el ciclo, la brisa, la llovizna, y con el tiempo otra temporada de fuertes podas y tormentas. Es el ciclo que empleo para envolver su vida alrededor de la Mía‚ siempre con el objeto de conducir a Mis fieles esposas de regreso a su Primer Amor.

30. No les digo esto para desalentarlos ni para que piensen que nunca podrán ganar y siempre se descarriarán y se aferrarán a cosas mundanas que me desagradarán, sino para ilustrarles la urgencia con que me necesitan, incluso para ayudarles a mantenerse tan cerca de Mí como desean. Aunque deseen estar cerca de Mí, someterse a Mí y consagrarse por entero a Mí, por sí mismos se quedarán cortos. Dependen de Mí aun en lo que se refiere a amarme. Solo Yo puedo hacer que me amen tanto como deben. ¿Entienden? Esa es la esencia de la enseñanza que di en Juan 15 sobre la vid y los pámpanos: «Separados de Mí nada podéis hacer» (Juan 15:5).

31. Con esto no quiero decir que no deban aspirar a someterse y librarse de los accesorios de la mundanería y de su propia voluntad; deben hacerlo, y les exijo que lo hagan. He dicho que deben tomar su cruz cada día y seguirme (Luc.9:23), y haciéndolo cada día sin falta, deseándome y poniéndome primero, dejando que la plena aplicación de Mi Palabra les rebaje el orgullo y ajuste su voluntad a la Mía‚ se acercarán estrechamente a Mí y sabrán que soy la esencia de su vida y que conmigo les basta.

32. Pero por mucho que se esfuercen se quedarán cortos y caerán y habrá aspectos que no noten o que pasen por alto. En ese sentido les ayudaré dándoles otra oportunidad de depurarse, ser disciplinados y dar el fruto de la dulce miel mediante otra temporada de estrujamiento.

33. Por eso no deben buscar un momento en que cese el dolor de las batallas y los quebrantos, sino abrazarlos: desde los momentos más difíciles y sombríos en los que se los despoja de todo hasta los quebrantos más pequeños que exigen que me digan que sí continuamente, y los pequeños dolores que sufre su orgullo cuando se desviven por alzar los brazos para alabarme o dan a alguien un abrazo o una palabra de aprecio.

34. Para llegar a ese punto de depuración en el amor que me tienen, tienen que entregar por voluntad propia esas cosas que Yo les pediría más tarde. Pero es algo que les cuesta mucho a Mis hijos; hay mucho temor, muchas dudas y reservas. De todos modos, es la única forma de liberarse de verdad para servirme sin vacilación y sin pensar en ustedes mismos. Ahí es donde radica el verdadero poder de Mi Espíritu.

35. Deben probar y ver que soy bueno. Entreguen una y otra vez lo que más valoran, sin recurrir a otras muletas y deseos, sino apoyándose solo en Mí, dejando que les demuestre que abandonen lo que abandonen, me basto y sobro para sacarlos adelante. A medida que lo hagan una y otra vez —a veces mediante sus ofrendas y en otras ocasiones con lo que les exija—, poco a poco alcanzarán un estado en que habrá muy poco de ustedes y, en cambio‚ mucho de Mí.

36. Cada vez que prenden fuego a alguna parte de su yo, se convierte en cenizas y de ella crece otra azucena de Mi Espíritu. Su meta es quemar tanto como puedan de sí mismos y sus propios deseos a fin de que el corazón contenga muy pocas malas hierbas y en cambio esté lleno de Mis azucenas de dedicación‚ sumisión y amor perfecto.

Texto en recuadro:

37. (Papá:) En esencia, la vida de fe es lo que nos ayuda a alcanzar la condición en que nos basta con Jesús. Son las pruebas y las batallas, las cosas que perdemos y sacrificamos, lo que abandonamos y aprendemos que no necesitamos, las veces en que vemos que el Señor provee para nosotros, nos satisface y nos hace felices a pesar de no contar con lo que pensamos que necesitamos. Son las renuncias, las penalidades, las satisfacciones, las veces en que tenemos abundancia y aquellas en que padecemos necesidad, el conjunto de nuestras experiencias, lo que nos conduce paso a paso —prácticamente a la fuerza—‚ a la situación de entender y saber de corazón que con Jesús nos basta, que lo es todo para nosotros y que‚ comparado con Él, ninguna otra cosa importa.

38. Funciona así: por un lado los quebrantamientos, batallas y renuncias nos motivan a acudir al Señor con apremio y necesidad, y por otro eliminan los accesorios y muletas que nos impiden ser más espirituales, apoyarnos más en Él y descubrir sin sobra de duda que Él puede satisfacernos de principio a fin.

Fin del recuadro.

Elige las sendas de sacrificio que te pongo por delante

39. (Jesús:) ¿En qué momento soy suficiente para ti? No se trata forzosamente de un estado que se alcance después de pasar por una serie de circunstancias, ni de experiencias; debes alcanzarlo en tu corazón y tu mente después de tomar ciertas decisiones personales a favor de Mí.

40. Es decir, que es una decisión que tomas por Mí cuando caes en la cuenta y dices: «Pues es verdad, mi vida no me pertenece. Al fin y al cabo, no me importa ninguno de mis planes y programas personales; Jesús es lo único que ha sido estable hasta ahora, lo único que ha importado; ¿cómo es que sigo sin entregarme por entero a Él?» Es en ese momento que te das cuenta de que conmigo en efecto te basta; o sea, que podrías perder todo el mundo, pero como me tienes a Mí, lo tienes todo.

41. Cuando Livingstone inició sus expediciones misioneras en África, todavía había cosas que representaban un sacrificio para él. Al comienzo de su servicio a Mí no podía decir de todo corazón que nunca había hecho un sacrificio, ya que todavía no me había puesto a prueba. No había puesto a prueba Mis promesas. No había recibido las recompensas que le di por sus sacrificios. No había comprobado por experiencia que conmigo le bastaba.

42. Por eso, hizo sacrificios. Al principio eran relativamente pequeños, como el clima riguroso que debió soportar, las incomodidades del viaje, tribus peligrosas, animales peligrosos y enfermedades de África, los mosquitos, los insectos, el agua sucia y mucho más. A veces se preguntaba por qué habría emprendido tal misión cuando el fruto era ridículo; de hecho‚ durante los primeros años el fruto ni siquiera empezaba a echar brotes.

43. Luego los sacrificios se hicieron mayores, como tener que dejar a su esposa y sus hijos mientras partía en misiones a otras tribus, ver a sus hijos sufrir las enfermedades africanas, permitirme que me llevara a uno de ellos al Cielo, enviar a toda su familia de regreso a Inglaterra mientras él trabajaba por su cuenta en África, y confiar en Mí a pesar de que padeció numerosas enfermedades.

44. Esos fueron sacrificios mayores, pero como se había sacrificado en lo más pequeño, había comprendido que Yo era razón y motivación suficiente para soportar sacrificios más grandes. Había experimentado las recompensas por ellos, y eso le infundía fe y la pasión para sacrificar todavía más por Mí.

45. A medida que siguió sirviendo y sacrificando, siguió experimentando Mi gran capacidad de satisfacer. Cada año que pasaba comprobaba que Yo era más para él que el año anterior. Al ponerme a prueba, al poner a prueba Mis promesas y al sacrificarlo todo por Mí, llegó a una situación en que podía descubrir si conmigo le bastaba. Y gracias a las palabras de su testimonio, «jamás hice un sacrificio», se ve que comprobó que, en efecto, Yo era suficiente.

46. De un modo muy parecido‚ tú también puedes alcanzar tal grado de pasión en que conmigo te baste. Será por la vía del sacrificio, la obediencia, el servicio y la humildad como descubras Mi gran capacidad de serlo todo para ti.

47. El sacrificio comienza antes que nada por el corazón y la mente. No tiene que ver tanto con lo que se renuncia ni con las circunstancias físicas. Depende enteramente del corazón y de la actitud hacia Mí. Tiene que ver con el deseo de agradarme, con lo dispuesto que se esté a ser generoso conmigo, con la fe para poner en Mis manos lo que más se valora, con el amor que te motive a dármelo todo.

48. Cuanto más me des, cuanto más pongas a Mis pies, cuanto más te entregues cada día, cuantas más decisiones tomes a Mi favor, cuanto más obedezcas y optes por Mi camino en vez de por tus deseos, cuanto más amor me des, cuanto más te esfuerces por vivir según Mi Palabra, cuanto más me pongas a prueba teniendo fe para plantarte firme en Mis promesas, más cerca estarás de esa pasión envolvente.

49. Esto no significa que en cuanto llegues a esa situación te llenarás de inmediato de una pasión increíble que te motive a deshacerte de todo lo mundano y te limites a vivir con ardor y libertad para Mí. Si esperas un cambio así, te desilusionarás. Es que es un cambio que se obra poco a poco en tu interior, día a día. Cada vez que me entregas algo, haces un sacrificio por Mí o me sometes otra pequeña porción de tu corazón y tu vida‚ das un paso más hacia ese grado de pasión.

50. Esa pasión es como una luz intensa que brilla frente a ti. Cada paso que das hacia esa luz te acerca más a ella y permite que alumbre un poco más sobre ti. Con cada paso te empapas más de esa luz y cobra más importancia para ti, hasta que acabas por sentir que te envuelve y reluce con tal intensidad que en su presencia no puede existir sombra alguna.

51. Así es como tú también puedes descubrir esa pasión, ese amor que te motive por Mí sin inhibiciones. Cuanto más me entregues, más te apasionarás por Mí. Cuanto más vivas para Mí, más me verás obrar a tu favor. Cuanto más me pongas a prueba más demostraciones verás de Mi poder. Cuanto más sacrifiques por Mí, más ganarás por Mí. Cuanto más te acerques a Mí, más me acercaré a ti, hasta llegar al punto de darte cuenta de que he realizado todos tus sueños, cumplido todas Mis promesas, cada palabra, sido fiel a cada paso y demostrado que soy más que suficiente para ti.

52. Así encontrarás la pasión, el amor y el deseo arrollador de dar y vivir por Mí sin reservas. Entonces tu servicio no conocerá límites y te entregarás de lleno a Mi Espíritu teniendo por pérdida todo lo demás, al haberlo encontrado todo en Mí.

53. Y así como esa pasión puede obtenerse y alcanzarse, también puede perderse. Así como se obtiene al recorrer la vía del servicio y el sacrificio, también puede rechazarse y abandonarse si te niegas a viajar por esos caminos y optas por el egoísmo, tus propios métodos, tu orgullo y tus preferencias.

54. Si deseas alcanzar esa pasión sin medida en la que lo único que te importa sea Yo, opta por las sendas que te presento. Decídete siempre por Mí. Cuando tengas que elegir entre obrar con humildad o dejarte llevar por el orgullo, opta por la humildad. Cuando tengas la opción de sacrificar algo por Mí, dame esa ofrenda lo más gustoso que puedas. Cuando te veas ante una prueba o una batalla intensa, elige las armas de Mi Espíritu y lucha por Mí con todo tu empeño. Cuando te asalten dudas o temores‚ extiende las manos hacia Mí en alabanza y gratitud. Cuando te pidan que lleves una carga pesada, acude a Mí y déjame que la lleve contigo.

55. Cada vez que eliges conforme a Mis deseos te llenas más de esa pasión. Todas las veces en que decides plantarte firme en Mis promesas y ponerme a prueba te acercas más a ese amor arrollador por Mí. Si deseas llegar a una situación en la que lo único que exista seamos Yo y la satisfacción intensa que brinda Mi plenitud, opta por Mí sobre todo lo demás siempre que tengas ocasión de elegir. Entonces podrás decir como Livingstone: «Jamás hice un sacrificio‚ porque siempre me ha bastado con Jesús».

Texto en recuadro:

56. (Jesús:) No tengas miedo de descubrir que conmigo te basta. Muchos tienen ese temor porque piensan que perderán todo lo que valoran. Pero lo cierto es que todo lo que guardes cerca de tu corazón, aparte de Mí, te decepcionará en algún momento. Yo soy el único que no cambia. Soy lo único que perdurará y que siempre estará a la altura de tus expectativas. Solo Yo puedo mantenerlo todo en orden.

Fin del recuadro.

Permítanme que deje un punto blando

57. (Jesús:) Yo sé lo que hace falta en la vida de cada uno para llevarlo a ver con claridad su insuficiencia, darse cuenta de la vanidad de la carne y del mundo, y que su necesidad de Mí se convierte en algo innegable y la actitud de apremio cosa de todos los días.

58. Solo cuando están en esa situación pueden ver las cosas en el plano espiritual, a través de Mis ojos, que son los de la realidad más grande y profunda. Entonces se dan cuenta de que Yo soy el centro, la razón, el sentido de todo, y sin Mí no hay nada. Es una situación incómoda, pero es la más hermosa, las más grandiosa y honrada en el plano celestial.

59. Sean cuales sean las circunstancias de las que me valga o lo que les pida que renuncien, les pida que soporten o por lo que les pida que luchen, el objetivo final de permitir que Mis amadas esposas sufran quebrantos es conducirlas a esa situación espiritual. Es donde terminan ustedes y empiezo Yo. Donde ustedes no son nada y Yo lo soy todo. Donde Yo entro, les hago el amor y las poseo de una forma en que jamás podría hacerlo cuando están cubiertas de las vestiduras, accesorios y distracciones a los que les he pedido que renuncien.

60. No es Mi voluntad ni Mi plan que se queden para siempre en el torno del alfarero; esa no es la única manera de conservar este amor, este conocimiento, este vínculo y esta comprensión. Pero sí es Mi voluntad permitir que tengan cada tanto experiencias que les recuerden lo que han vivido, experimentado y aprendido.

Texto en recuadro:

61. (Jesús:) Decir que conmigo te basta también equivale a reconocer que nada es imposible para ti. No hay nada que no puedas soportar‚ nada sin lo cual no puedas vivir, nada que te haga tambalear, porque cuentas conmigo, y soy todo lo que necesitas. Estás sobre la Roca y no te conmoverás.

Fin del recuadro.

62. Vasija Mía, cuando te saco del lugar donde me sirves y te traigo a Mi taller para perfeccionarte, para volverte a formar y para convertirte en un instrumento mejor y más útil, me gusta dejar una marca, una señal, un recordatorio en alguna parte de tu ser, de tu figura, que sea una parte delicada de tu vida.

63. Yo sano y restablezco, puedo hacer que tu mente‚ tu corazón y tu alma recobren por completo la salud, aun después de una experiencia sumamente dura y devastadora. No obstante, si eres sabia, permitirás y hasta pedirás que deje algo a modo de recordatorio, como señal —la palabra trofeo lo describiría bien— de lo que has vivido y lo que obtuviste gracias a ello.

64. Si has tenido que renunciar a alguien a quien querías entrañablemente y en quien te apoyabas, porque te indiqué claramente que era Mi voluntad que siguieras adelante, no es Mi voluntad que siempre te cause dolor ver otra vez a esa persona, relacionarte con ella, pensar en ella o realizar actividades de las que disfrutaban juntos y que te la recuerdan. Eso sí, puede que sea Mi voluntad que en ocasiones la eches de menos, o que no desaparezca del todo lo que sentías por ella.

65. Es normal que pienses que la victoria total equivaldría a no sentir nada por la persona o no tener reacción alguna ante lo que sea que tenga que ver con ella. Pero la verdad es que no sería esa la victoria más deseable. La victoria más duradera podría ser sobreponerte al dolor y la lucha intensos‚ pero conservar al final un punto blando de los sentimientos que surgen de vez en cuando para recordarte lo que viviste y tu debilidad.

66. Al igual que con el quebrantamiento en sí, hay varias maneras de reaccionar: endurecerse, hacer caso omiso y obligarse a superarlo, ya que es posible; también se puede adoptar la vía contraria y dejar que los acontecimientos lleven de vuelta al principio cada vez y revivir el mes o año completo de dolor que se sufrió en aquel mal momento. O dejar que ello te motive a alabarme y darme gracias por cómo te ayudé a aguantar, remontarte y triunfar, dejando al mismo tiempo que te sirva de recordatorio de cuánto me necesitas, de lo mucho que significo para ti y cómo aprendiste en la más profunda desazón que en efecto te basta conmigo y con Mi amor y que somos lo que más importa.

67. El ruego de tu corazón durante una época de quebrantamiento no debería ser: «Sácame de esto lo más pronto posible», o: «Cuando esto acabe, no quiero ni recordarlo». La plegaria de tu corazón debería ser que Yo haga como considere más apropiado; que te mantenga dócil y en unidad conmigo, por los medios que me parezcan más convenientes. A veces significará que más adelante pases por otra experiencia muy intensa para recordártelo. Sin embargo, por lo general la pequeña marca que dejo en tu vida basta para lograr ese fin, siempre y cuando permitas que funcione del modo que quiero y no te endurezcas ni la rechaces.

Texto en recuadro:

68. (C.T. Studd:) Son muy pocos los que eligen seguir al Señor con tanta pasión, amarlo sin reserva alguna y desearlo con tanto fervor que estén dispuestos a entregarlo todo. Pero solo cuando se hace eso se puede saber sin pesares ni reservas que con Jesús basta.

Fin del recuadro.

Ámame íntimamente

69. (Sigue Jesús:) El don y el arma de amarme íntimamente desempeña una función clave tanto a la hora de obtener como de conservar el don de la certeza de que conmigo te basta. Cuando pasas por la dura experiencia de los quebrantamientos, se hacen mucho más llevaderos si puedes depender del amor que te tengo; si sabes sin sombra de duda que te amo profunda, intima, apasionada e incondicionalmente.

70. No es algo que se sienta, imagine o emplee para evadirse de la realidad. Es algo que se vuelve una realidad interior cuando uno ve que no le queda nada en que apoyarse, ningún sustento terrenal y cobro vida para él. Cuando me ama íntimamente y con frecuencia e incorpora a su vida ese amor apasionado, eso sella Mi lugar en su vida.

71. Si bien es posible que en los momentos buenos no experimentes la sensación de apremio o pasión en el mismo grado que en los difíciles, amarme íntimamente otorga un poder espiritual que encenderá y conservará el fuego de Mi amor de una forma que te mantendrá en una buena situación espiritual: la de apoyarte en Mí y mantenerme en el primer lugar. Buena parte de ese poder se encuentra en la humildad. Cuando pasas por un gran quebrantamiento‚ cuando te ves sin todo lo que te importa, todo lo que deseabas, encuentras la humildad.

72. La humildad y el amarme íntimamente están inseparablemente vinculados. No puedes unirte conmigo y tener intimidad espiritual sin dejar al descubierto tu yo y tu debilidad y eliminar y abandonar el orgullo. La humildad es la tierra en la que nace la comprensión pura y clara de que conmigo basta y Yo lo soy todo.

73. Por eso, si has alcanzado ese estado‚ si has adquirido ese conocimiento‚ si te encuentras en la hermosa y gloriosa posición de saber que lo soy todo y deseas conservarla‚ sigue amándome íntimamente e incorporando así a tu vida la bendición de la humildad‚ el apremio y una perspectiva espiritual clara.

74. El amor íntimo conmigo despeja los escombros del mundo, los del razonamiento carnal‚ los de los accesorios físicos, mentales o emocionales que tienden a interponerse entre tú y yo. Hay muchas cosas que puedes hacer sin manifestar una humildad y apremio totales, sin desnudarte espiritualmente y saber que no eres nada y que Yo lo soy todo. Sin embargo, no puedes amarme íntimamente, conocerme y entregarte de veras a Mí sin llegar a la situación espiritual en que reina la humildad y donde no hay nada que te cubra y nos separe.

75. Será en esa situación como te recuerde lo mucho que me necesitas. Será así como mantengas esa certeza y comprensión por la que tanto luchaste de que conmigo te basta, de que soy el centro de tu vida‚ tu mundo y tu universo; la certeza de que, comparado conmigo, nada importa.

76. Amores Míos, adopten con frecuencia esa postura. En cualquiera de los altibajos de la vida, pueden seguir en esa situación de conocerme de verdad, de ponerme realmente en primer lugar y comprender sin lugar a dudas cuánto me necesitan; basta con que desnuden su alma ante Mí y me amen como las esposas que son y que necesito que sean.

Texto en recuadro:

77. (Mamá:) Pedí al Señor que explicara en qué sentido están tan estrechamente ligados el amarlo íntimamente y la humildad. Él ha dicho en muchas ocasiones que para amarlo de esa forma hace falta humildad, pero hay algunos que son expertos en dirigir palabras de amor al Señor, y sin embargo batallan mucho con el orgullo, así que me interesaba saber cómo funciona en el plano espiritual.

78. (Jesús:) Pueden dirigirme palabras de amor sin tener humildad, pero no pueden despojarse realmente de sus vestimentas espirituales, dejar todo a Mis pies y tener intimidad celestial conmigo sin dejar fuera el orgullo.

79. He hecho hincapié en que me dirijan las palabras de amor porque se trata de un paso de humildad. Sin embargo, para algunos deja de ser humillante una vez que se acostumbran a decir esas cosas. Casi lo pueden hacer sin pensar.

80. A lo que me refiero es a la fusión de nuestro espíritu, la comunión de corazón con corazón, a un amor tan íntimo, apasionado y completo que el concepto de las relaciones sexuales no alcanza a describirlo de lleno.

81. Para fundirse realmente conmigo deben humillarse. Cuando tienen humildad espiritual, cuando son poca cosa a sus propios ojos, cuando lo dejan todo a Mis pies, me veo atraído irresistiblemente hacia ustedes, Mis amores. El vacío que crean me atrae, y nuestro espíritu se fusiona de una forma poderosa. Es lo máximo en cuanto a amarme íntimamente.

Fin del recuadro.

Sométete y entrégate, ¡y deja que Yo me preocupe de lo demás!

82. (Sigue Jesús:) Tus tiempos están en Mis manos. Confíame el futuro. No te preocupes pensando en cuántos quebrantamientos deberás experimentar para mantenerte cerca de Mí, ni por la forma o el momento en que llegarán. Deja que Yo me preocupe de eso. A ti te corresponde despreocuparte, confiar en Mí y entregarme tu vida, pues es parte de lo que significa ser Mi esposa. Significa entregármelo todo; dejar que te posea por completo, que me apodere ni más ni menos de tu vida, tu espíritu y todo tu ser y los convierta en Mi propiedad. Cuando lo hagas, me encargaré de que siempre quede un recordatorio, en la forma, medida y grado en que sé que hace falta, de Mi importancia para tu vida.

83. No permitiré que te descarríes. No dejaré que pierdas el amor‚ el ardor y la profundidad que adquiriste en el tiempo que pasaste en la caldera de las pruebas. Dejaré Mi marca en ti, Mi sello de amor‚ el sello de nuestro vínculo y de tu dependencia. Ora por él, deséalo y sigue amándome y entregándote a Mí una y otra vez.

84. Someterte y renunciar a todo y dejarlo en Mis manos no son cosas que debas hacer solo una vez. Hay momentos de grandes penas y momentos de decisiones muy trascendentales en los que te toca hacerlo de un modo más dramático. La clave para retener el valor de esos hitos es seguir sometiéndote, renunciando y dejándolo todo en Mis manos. Eso no siempre supone sufrimiento y quebrantos. De hecho, cuanto más te sometas y entregues a Mí, más fácil se volverá y menos dolerá.

85. Yo doy alivio, descanso de la batalla o por lo menos batallas más fáciles. Soy un esposo bondadoso y también un general sagaz. Te envío a la batalla como soldado Mío, pero también te amo profundamente y de todo corazón y estoy resuelto a que salgas de cada batalla en buenas condiciones, porque te necesito, te deseo y me intereso profundamente por ti. Te quiero en Mi lecho de amor. Quiero pasar momentos memorables, felices y hermosos contigo.

86. Ambas partes son necesarias para que nuestra relación sea equilibrada. Hacen falta los momentos de luchar codo a codo en las batallas más oscuras y turbias, y también las ocasiones de renovarse en la belleza de la vida y el amor. Una vida espiritual sana goza de un buen equilibrio entre lo uno y lo otro. Ese es tu destino, tu llamamiento, lo que debes esperar como Mi esposa combatiente.

Texto en recuadro:

87. (Papá:) La sumisión brinda mucha paz. Se obtiene una gran paz al permitir que el Señor haga con uno lo que quiera, al desear lo que sea que Él quiera para ti. Eso significa estar dispuesto a renunciar a todo lo que ofrece este mundo. Significa permitir que Él retire con amor y ternura todo lo que se interponga entre ustedes y Él‚ a fin de que puedan entregarse a Él sin reparo alguno.

Fin del recuadro.

«Estimo todas las cosas como pérdida...»

88. (Jesús:) La clave para tener esa determinación y abnegación, esa mentalidad celestial, se encuentra en Mi Palabra, amores Míos. Pablo explicó bastante bien su sentir al respecto, y parte de lo que lo condujo a ese estado, cuando dijo:

89. «Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de Sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en su muerte. [...] Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante‚ prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.» (Fil.3:7-14.)

90. Para obtener esa mayor cercanía a Mí, con la cual lo mundano perderá atractivo y encanto, deben estimar como pérdida las cosas del mundo si los mantienen apartados de Mí. «¿Cómo lo hago?», se preguntarán. Poniendo los ojos en el Cielo, en la eternidad, sabiendo que lo terrenal no es más que neblina que se disipará en pocos años, a diferencia de lo espiritual, que durará para siempre. Es la perspectiva de la eternidad. La carne y lo terrenal, que con frecuencia parecen tan importantes en la actualidad, no tardará en desaparecer.

91. Olviden, pues‚ lo que queda atrás, o lo que pronto quedará atrás, y extiéndanse hacia lo que está delante, prosiguiendo a la meta de su supremo llamamiento. Concéntrense en lo celestial, pensando en lo que ha de venir en vez de lo que existe ahora‚ en lo mucho que los rodea.

92. Comprendo que es difícil. También lo fue para Mi siervo Pablo y lo ha sido para muchos de Mis siervos a lo largo de la historia. A veces‚ para estimar todo como pérdida, hay que sufrir la pérdida de algo o todo eso. Ahí es donde entra en juego el proceso de renunciar a todo, que es parte de la vida del discípulo. Toca abandonar el orgullo y otras malas costumbres y actitudes. Los amigos y seres queridos a veces decepcionan. La pareja y los hijos a veces abandonan. Los puestos y cargos van y vienen. Todo cambia o pasa tarde o temprano; solo Yo perduro.

93. Al final podrán decir, como han dicho tantas veces Mis siervos consagrados: «Puedes quedarte con todo este mundo, ¡pero dame a Jesús!» Al final descubrirán que les basta con amarme y vivir por Mí‚ y que a medida que lo hagan, todo lo que necesitan les será añadido. Al renunciar a todo, lo reciben todo.

Texto en recuadro:

94. (Jesús:) Aunque el espíritu esté dispuesto‚ la carne es débil y con frecuencia se interpone. Cada uno de ustedes tiene muletas que lo atan. Se apoyan en los soportes de la carne. Se aferran a ciertas cosas y si se les quitaran se tambalearían. Han creado ciertas dependencias, por ejemplo dependen de su razonamiento carnal, de asociar la felicidad a tener o no ciertas cosas, o de la sensación de seguridad que brindan el orgullo, el instinto de conservación y cosas así. Esos soportes les impiden probar y ver que soy bueno, que en efecto soy todo lo que necesitan. La meta que persigo al hacerlos pasar por pruebas y penas es eliminar esos soportes.

95. Esa es otra de las razones por las que les pido que acepten los tiempos peligrosos. Y una de las razones por las que les he pedido que reciban las batallas con los brazos abiertos. Tienen por objeto limpiarlos de todo lo que les impida verme como soy en realidad: lo Único para ustedes.

Fin del recuadro.

96. A veces Mis siervos me aman tanto que soportan por voluntad propia la pérdida de todo eso, teniéndolo por basura. No obstante, en la mayoría de los casos cultivan ese amor gracias a los quebrantos y a las pérdidas que sufren. Su amor se vuelve más profundo, madura y crece mediante los desengaños y las lágrimas, y crece en la tierra del corazón quebrantado y contrito.

97. Se ha dicho que hay muy pocos líderes porque no se quebrantan con la suficiente rapidez, y solo puedo valerme de los hombres y mujeres quebrantados. Y lo mismo se puede decir de los que son capaces de decir: «Con Jesús me basta; ¡es todo lo que necesito!» Por lo general, para que lleguen a ese punto debo quebrantarlos y convertirlos en vasijas nuevas y mejores; vasijas que han conocido pérdidas, penas y dolor, que han acudido a Mí para obtener consuelo‚ compasión y alivio, y que han descubierto al final que en efecto soy todo lo que importa y que les basta con amarme y hacer Mi voluntad.

98. Yo puedo transformar el corazón de los que desean acercarse a Mí y están dispuestos a permitir que los aparte de lo mundano. A medida que pasan por los fuegos de esas pruebas, las impurezas se van consumiendo poco a poco.

99. No teman esas experiencias, Mis amores, Mis tesoros. Entréguense a Mí con alabanza y acción de gracias‚ sabiendo que lo hago todo bien y por amor a ustedes. Si desean adquirir esas características, si quieren ser capaces de decir que con Jesús les basta, pídanme que haga lo que sea necesario para infundirles esa actitud. Puedo hacerlo y lo haré, y no los dejaré ser tentados más de lo que puedan resistir. Comiencen a ver cada acontecimiento de su vida como una oportunidad de conocerme mejor y poner a prueba Mis promesas. A medida que lo hagan los convertiré en nuevas criaturas. Les doy Mi Palabra. Lo prometo.

Texto en recuadro:

100. (Jesús:) Conocerme como lo máximo, saber que conmigo basta y que lo soy todo para ti, es un tesoro espiritual que cuesta obtener. Se interpone mucho entre ti y esa perla de gran precio, esa certeza espiritual tan valiosa. Muchos vacilan en echar mano de ella y hacerla suya. Hace falta un vivo deseo, abandonar el yo y las propias preferencias en la vida. Solo cuando te entregas a Mí al ciento por ciento, cuando me lo das todo, puedo darte este valioso tesoro; solo cuando te vacías lo suficiente para recibirlo.

101. En el caso de muchos hace falta experiencia y, por lo general, quebrantamientos y batallas para llegar al punto de extender la mano para recibir esta joya, de buscar con diligencia y actitud abierta y de tener el deseo y la capacidad de poseerla. La experiencia no es imprescindible, pero son pocos los que la desean vivamente sin haber sido quebrantados y haberse vaciado de sus propias ideas.

102. Lo bueno es que cuando llegan al punto de desear ese tesoro es fácil de encontrar. Me agrada enormemente correr hacia ti, tomarte entre Mis brazos y disfrutar de este nuevo grado de intimidad y pasión contigo. Eso es lo que es, en cierto sentido; un grado de intimidad conmigo. Y una clave para cultivar la sed y el deseo de Mí que me hace entrar a tu corazón de esa forma es amarme íntimamente con plena libertad y desenfreno.

Fin del recuadro.

Elige satisfacer tus deseos espirituales

103. (Jesús:) Antes que nada, ustedes son seres espirituales, Mis amores. En este momento su espíritu habita un cuerpo físico y se ciñe a los caminos carnales. Al decir «caminos carnales» me refiero a que tienden a operar de formas agradables para su existencia física. Por ejemplo, si tienen hambre y alguien les pone delante un trozo de pastel muy apetitoso, aunque se encuentren con otras personas que también tengan hambre‚ la tendencia natural de la carne —su forma carnal de obrar— es comerse ese pastel. Es la reacción innata de la carne.

104. Por eso les dije que sus caminos no son Mis caminos, porque como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos (Isa.55:8,9). Quiero hacerles ver que hay otros caminos mucho más importantes que los carnales y que la forma de reaccionar natural y típica del ser humano. Son los caminos del Espíritu de Dios. Y como han comprobado tantas veces, lo único que satisface el espíritu son los caminos del Espíritu de Dios.

105. Volvamos al ejemplo: si toman ese pedazo de pastel y se lo comen, su carne quedaría satisfecha, pero su espíritu no se alimentaría ni nutriría con ese acto. En cambio, si dejan que otro lo tome, con ello apacentarían su propio espíritu, le infundirían satisfacción y lo nutrirían y le ayudarían a crecer. ¿En qué sentido? Le ayudarían a ser más maduro, le infundirían felicidad, satisfacción, una capacidad mayor de sacrificarse por el prójimo, y cosas así. Su espíritu crecería con ese acto.

106. Es una ilustración sencilla, pero ilustra la composición elemental de su alma. Son de la Tierra, por lo que son seres terrenales y deben cuidar su cuerpo, alimentarlo, protegerlo y ayudarlo a crecer. Pero también son seres espirituales y también es preciso que cuiden de su espíritu, lo nutran, lo protejan y lo ayuden a crecer.

107. Es la gran prueba de la vida. Todo se resume en aprender las enseñanzas principales de la vida y del libre albedrío; de ver si el hombre opta por ayudar a su espíritu a crecer‚ por madurar espiritualmente y comprender que debe dedicar la vida y el tiempo a nutrir el mundo eterno en el que vive su espíritu‚ o si opta por alimentar solo su cuerpo y su carne, matando así de hambre al alma.

108. Hubo una época en que el ser humano estaba más sintonizado con el mundo espiritual y tenía una debida escala de prioridades. Sin embargo, Yo le permití elegir. Otorgué al Diablo potestad sobre el mundo carnal y le permití ofrecer al hombre esa opción. Como saben‚ el ser humano eligió los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, con lo cual perdió el estado en que se da prioridad a lo espiritual y empezó a habitar en el plano carnal. Por eso su espíritu ahora vive en un mundo carnal. En eso consiste haber nacido en un estado pecaminoso. Cada ser humano nacido después de Adán y Eva ha entrado a la naturaleza carnal, donde la tendencia natural es satisfacer la carne en vez del espíritu.

109. Vine a la Tierra y morí por ustedes con el objeto de abrir un camino que condujera de regreso a la naturaleza espiritual‚ pero cada uno debe decidir si lo acepta. Una vez que lo elige, que opta por Mí, que me invita a entrar en su corazón y acepta Mi regalo de la salvación, su lugar de habitación en el mundo espiritual depende de las decisiones que siga tomando. Dicho de otro modo: le abro la puerta que lo conduce de regreso al estado de felicidad espiritual y realización total. Son ustedes los que deciden vivir ahí o no, y la medida en que lo hacen‚ y lo determinan con sus decisiones.

110. Muchas veces cuesta creer que la felicidad se encuentre en lugares espirituales. Es más fácil creer que la pueden encontrar por medios carnales, como al comerse el pedazo de pastel, o mediante otras cosas naturales y físicas por las que tengan un deseo innato. Por ejemplo, trabajando por dinero para conseguir objetos físicos que deseen, como un automóvil, una casa o un cónyuge atractivo. Pero al final nada de eso los satisfaría. ¿Por qué? Porque satisfaciendo la carne o la naturaleza carnal no se satisfacen las ansias del espíritu.

111. Hay muchísimos que viven de esa manera. Y miles y miles, millones y millones de personas que buscan la felicidad, pero por medios erróneos. En eso consiste la vida terrenal: en encontrar la puerta trasera que conduce a la verdadera felicidad, que solo se halla en el plano espiritual. Y en el caso de ustedes los hijos de David, su vida consiste en indicarles a otros el camino hacia esa puerta, esa entrada, que soy Yo.

112. Una vez que encuentran esa puerta, la abren y tienen a su disposición lo que hay detrás de ella, la siguiente elección que se les presenta es el rumbo a tomar. ¡Todavía tienen que decidirlo! ¿Optarán por satisfacer su espíritu, en muchos casos a costa de la satisfacción carnal? ¿O elegirán satisfacer sus deseos carnales, frecuentemente a costa de la satisfacción espiritual?

113. Esto plantea un problema: la carne y el mundo carnal solo duran un tiempo. Son pasajeros. El espíritu abandonará este cuerpo e irá a otro lugar. Ocupará una casa espiritual, que será edificada en gran parte con lo que obtengan mientras estén en la Tierra, según si deciden nutrir su espíritu o sus deseos carnales.

114. En resumidas cuentas: ustedes son‚ ante todo‚ seres espirituales. Y solo obtendrán la felicidad auténtica cuando aprendan que la felicidad, la realización y la satisfacción solo se obtienen satisfaciendo su naturaleza espiritual. En tanto que den a lo carnal —a cualquier deseo, inclinación, propensión o tendencia carnales— más importancia que a las necesidades de su espíritu‚ no encontrarán verdadera satisfacción.

115. Como su forma de ser es tan terrenal y está tan metida en la naturaleza carnal que eligieron sus antepasados y en la que nacieron, es normal que opten por lo carnal. Pero cuando su espíritu comienza a crecer y madurar con la experiencia, aprenden que esas decisiones no satisfacen de verdad el espíritu. Aunque satisfagan temporalmente el cuerpo, lo único que satisface el espíritu es optar por Mí.

116. Por eso la esencia de todo es que Yo basto. Conmigo les basta porque soy todo lo que satisface sus necesidades espirituales. Soy amor‚ soy bondad, soy ternura, soy paciente, soy misericordia. Yo soy lo que satisface su espíritu. Soy Yo. Soy el árbol que da los frutos que los satisfacen. Me refiero a su naturaleza principal, a la forma en que se los creó para empezar; a su ser espiritual. Lo que pasa es que como están alojados en un cuerpo físico y su naturaleza es carnal, tienden a optar por la vía carnal y elegir según la carne.

117. De todos modos, a lo largo de la vida procuro conducir a cada uno de vuelta a Mí. Primero lo hago mediante la salvación. Después, con el alimento de Mi Palabra y las experiencias, procuro ayudar a todos a ahondar tanto como elijan en Mi Espíritu. Cuanto más ahondan, más felices son.

118. ¿Cuando se llega a la etapa en la que les basta con Jesús? Depende de ustedes. Depende de cuánto aprendan de sus experiencias en el plano carnal y cuánto pongan en práctica los consejos de Mi Palabra. No les bastará conmigo si eligen según la carne. Optar por Mí suele significar renunciar a lo carnal. Por eso, si ahora mismo no los satisfago, si no lo soy todo para ustedes, seguramente se debe a que están optando por satisfacer su naturaleza y deseos carnales más que a su espíritu. Por tanto, su espíritu no se siente satisfecho, ya que no toman las decisiones que lo satisfagan.

119. Todo depende de decisiones que se tomen y el equilibrio con que las tomen. ¿Desean satisfacer a la carne? Entonces Yo no los satisfaré. En cambio, si optan por Mí y eligen según lo que quiero‚ los deseos carnales se volverán menos importantes para ustedes.

120. Cuanto más elijan satisfacer su espíritu, más satisfacción espiritual recibirán de Mí. Es un hábito que se cultiva. Si alimentan su carne, tendrán más ansias de la carne; pero si se concentran en apacentar su espíritu, desearán lo espiritual. En última instancia, la satisfacción espiritual es lo único que realmente los satisfará. Pero la satisfacción de la carne puede convertirse en una adicción‚ y desde luego se interpondrá en el camino del alimento y la satisfacción espirituales.

121. Por eso dijo Pablo que lo tenía todo por basura para ganarme a Mí, porque las decisiones que tomaba en la vida estaban centradas en Mí y en el espíritu hasta tal punto que la carne ya no le importaba. Lo mismo le pasó a Enoc. Me deseaba tanto que me lo llevé sin más (Gén.5:24). Vi que las cosas del mundo carnal ya no le importaban en lo más mínimo, y me lo lleve tal cual, y vive conmigo hasta el día de hoy, en perfectas condiciones espirituales.

122. «Los espíritus de los justos hechos perfectos» (Heb.12:23); ese es el estado al que van encaminados, siempre y cuando tomen estas decisiones de optar por el espíritu y de nutrir, hacer crecer y satisfacer su espíritu en vez de la carne; si cambian el rumbo de su vida a fin de concentrarse en satisfacer su naturaleza espiritual en vez de su naturaleza carnal. La decisión es de ustedes. Yo hago todo lo que puedo, claro está, para ayudarlos, darles empujoncitos y motivarlos a aspirar a lo espiritual.

123. Por eso muchas veces permito dolencias, problemas de salud, accidentes, desastres naturales y muchos otros males del Diablo. Le permito que cause esas cosas. Es Mi recadero. Me valgo de él. Mi intención es que los conduzca de regreso a Mí y a la satisfacción espiritual. Si se están concentrando demasiado en la carne, o si quiero que den otro paso en su naturaleza espiritual, muchas veces permito que la situación física empeore, porque crea una oportunidad para que su espíritu de un paso beneficioso. ¿Lo comprenden?

124. De eso se trata. Es cuestión de caer en la cuenta y decir: «Sí, con Jesús me basta», y seguir tomando decisiones en esa dirección. Yo, en efecto, satisfaré su espíritu, pero la decisión depende de ustedes, de lo que elijan y el rumbo que tomen con sus decisiones. El equilibrio entre cuánto nutran su naturaleza carnal y cuánto su naturaleza espiritual determina el grado en que soy suficiente para ustedes.

125. Si les parece que conmigo no les basta del todo‚ pueden deducir con bastante certeza que se debe a que andan en busca de la satisfacción de la carne y se están sometiendo a ella‚ a costa de la satisfacción de sus deseos espirituales. Si se sometieran más a su naturaleza espiritual e hicieran lo que alimenta y satisface su espíritu, estarían más cerca del estado en que les basta conmigo. Esa es la respuesta.

126. Claro que me doy cuenta del aprieto en que están. Se encuentran atrapados entre la naturaleza carnal y la espiritual, y por eso no les echo en cara en lo más mínimo sus decisiones. Son difíciles. Cuesta dejar de lado la naturaleza carnal. Por eso sigo dándoles oportunidades y esperando‚ orando por ustedes y haciendo cuanto puedo desde Mi lado para ayudarles a decidir con acierto. Lo mismo hacen sus ayudantes espirituales. Sin embargo, ni Yo ni ellos podemos obligarlos ni mucho menos. Ustedes tienen que tomar esas decisiones por voluntad propia. No obtendrían esos resultados si los obligara. Por eso, aunque puedo presentarles oportunidades, son ustedes los que deben dar los pasos.

127. Echen, pues, un vistazo a su situación. ¿Qué oportunidades les estoy dando ahora? ¿Las aprovecharán? ¿Se valdrán de ellas para dar los pasos espirituales que quiero que den hacia Mi naturaleza? Solo eso los satisfará. Será lo único que dure. Comprendo que es difícil. Pero también es importante que entiendan que tendrá un efecto enorme en su estado espiritual y su satisfacción espiritual cuando vengan a su casa espiritual, aquí conmigo. Teniendo eso en cuenta, los insto a tomar decisiones atinadas. Esas decisiones los colmarán de beneficios y de riqueza espiritual, tanto cuando lleguen al Cielo, como ahora, en su vida terrenal.

128. «Solo lo que se haga por Cristo perdurará». Es una verdad innegable. Los resultados y los frutos de las decisiones de acercarse a Mí duran para siempre en Mi mundo, que es a donde se dirigen todos ustedes.

129. Por eso, Mis amores‚ Mis tesoros por los que lo entregué todo‚ quiero que sean tan felices como puedan. Oro por ustedes para que así sea. Conmigo les bastará, si quieren que así sea. Los amo eternamente y no veo la hora de que vengan a Mí.

Texto en recuadro:

130. (Jesús:) Comprobar que conmigo basta es algo que cada uno debe experimentar por su cuenta. La pasión y el deseo necesarios para llegar a esa conclusión se obtienen al amar y estimar Mi Palabra, pasar tiempo conmigo y vivir todas las experiencias de la vida conmigo. Luego, como quien se enamora‚ querrán más de Mí. Querrán saber lo que pienso‚ lo que siento y la forma en que deseo que actúen. Descubrirán lo sabio, recursivo y estupendo que soy. Lo seré todo para ustedes.

Fin del recuadro.

¡Se les devolverá cien veces más!

131. (Jesús:) Cuando soy suficiente para ustedes, es porque se han dado cuenta de que soy todo lo que necesitan para ser felices y estar satisfechos, porque lo han aceptado y desean vivir en consecuencia. No necesitan nada más para ser felices, para estar satisfechos o para que la vida valga la pena; conmigo les basta. Medítenlo; es una afirmación muy profunda.

132. No es algo que nazca naturalmente o con facilidad, porque hay muchos factores físicos que les impiden desprenderse por completo de todo y apoyarse de lleno en Mí, experimentarme al máximo y comprobar que soy suficiente, que lo soy todo. Por medio de las batallas, las pruebas, las lecciones y las experiencias de su vida, voy deshaciéndome de esos soportes y demostrándoles que no son nada; que solo me necesitan a Mí. Los estoy llevando a la situación en la que su espíritu puede apoyarse exclusivamente en Mí, sin desear nada más, y puede probar la plenitud de Mi satisfacción.

133. No es fácil saber a ciencia cierta que conmigo les basta y vivir conforme a ello, pero es una decisión que pueden tomar. La medida en que alcancen ese grado de intimidad conmigo depende de ustedes y de sus decisiones. Se acercan a ello apacentando el espíritu más que la carne, optando por lo espiritual e invirtiendo en ello, aprendiendo a desear la satisfacción espiritual más que la carnal.

134. Puede ser una experiencia un tanto solitaria y hasta puede asustar un poco. Es dejar atrás todo lo demás, renunciar a ello, abandonarlo y ponerlo en Mis manos, diciéndome que haga con ello lo que quiero, y poniéndome primero en su vida activamente. Sin embargo, una vez que lo hacen, si logran superar la soledad o el miedo iniciales que causa desprenderse de cuanto aman y valoran, dejándolo enteramente en Mis manos, llegarán al punto en que todo les será devuelto cien veces más.

135. Verán que les devuelvo la mayoría de lo que ponen en Mis manos y me quedo solo con lo que les haría daño. Y todo lo que les devuelvo estará lustrado, perfeccionado y más hermoso y valioso que antes. Comprobarán que Mis bendiciones son tan grandes y la satisfacción espiritual tan profunda que los sacrificios que hicieron inicialmente cuando renunciaron a todo no pueden compararse con las recompensas.

136. Luego el ciclo continúa, a medida que me siguen entregando todo otra vez, poniéndolo en Mis manos y diciéndome que mantenga lejos de ustedes todo lo que los aparte de Mí, de Mi suprema voluntad y de nuestra relación de amor, la perla de gran precio por antonomasia.

137. Es una gran renuncia, y si no están en condiciones de hacerla ahora, si les parece que no pueden, no se desanimen. ¡Trabajen con miras a alcanzar ese objetivo! Nutran cada vez más su espíritu a fin de fortalecer su fe. Opten por Mí y por Mis caminos cada vez más; con esa sola razón. Ámenme íntimamente; esa es una gran clave. Díganme que quieren que Yo sea lo más importante en su vida, más que ninguna otra cosa, que quieren que lo sea todo para ustedes, que quieren que Yo les baste; luego acérquense a Mí en todos los sentidos que puedan.

138. Estaré a su disposición y les ayudaré a recorrer el sendero que conduce a la experiencia sumamente liberadora, gratificante y apasionante de conocer esa verdad y vivir según ella.

© La Familia Internacional, 2006